Dos muertos en los operativos
El Gobierno de Brasil movilizó a más de 5,000 miembros del Ejército y la Policía en favelas del norte y el...
El Gobierno de Brasil movilizó a más de 5,000 miembros del Ejército y la Policía en favelas del norte y el oeste de Río de Janeiro en un nuevo pulso contra el crimen organizado que dejó al menos dos muertos y una veintena de detenidos.
La operación, bautizada como Onerat (carga), persigue cumplir medio centenar de órdenes de detención y se desarrolla en comunidades de los complejos de Jacarepagua, Lins y Sao Joao, donde durante la madrugada resultaron muertos al menos dos sospechosos en actos de "resistencia" con la policía, según el secretario de Seguridad de Río de Janeiro, Roberto Sa.
El despliegue involucra a unos 3,600 miembros del Ejército, otros 1,500 de los distintos cuerpos de la policía, más de 600 vehículos de las fuerzas armadas y 70 blindados.
"Vamos permanecer en la zona hasta que se cumplan los objetivos. Pueden ser 24 horas, el fin de semana, tres días o 15 días. El objetivo es bloquear el crimen organizado", dijo el ministro de Defensa, Raúl Jungmann, a TV Globo.
"El crimen en Río de Janeiro tiene que sentir que ya no tiene la seguridad con la que contaba anteriormente", advirtió.
A media jornada, según el titular de seguridad de Río de Janeiro, se habían concretado 18 detenciones, entre ellas las de dos menores, y se habían incautado vehículos, tres pistolas y una granada y una cantidad de droga que evitó concretar.
"Lo más importante es la demostración de que el Estado tiene que ser más fuerte que el crimen", dijo Sa en una rueda de prensa en la que admitió que, pese al impresionante despliegue, no se ha detenido, hasta ahora, a ningún jefe del narcotráfico en la zona.
Para el secretario nacional de Seguridad, Carlos Alberto Santos Cruz, esta operación demuestra que "el Estado va donde quiere, no existe territorio de facciones criminales en Río de Janeiro".
Por tercera vez en un año, el aumento de la violencia en Río llevó al Gobierno de Brasil a autorizar, la pasada semana, la movilización de hasta 10 mil soldados y agentes de cuerpos de seguridad de otros estados.
La grave crisis económica que ahoga al estado de Río ha contribuido a disparar los niveles de inseguridad, con una media de 20 muertes violentas diarias y 93 policías asesinados en lo que va de año, el último tiroteado la pasada madrugada dentro de su auto.
Solo entre enero y marzo se han contabilizado 1,870 asesinatos en el estado de Río.
"No es admisible que tengamos un Alepo en pleno Río de Janeiro", denunció el secretario general de la Presidencia.