Migración. Los humanos no cuentan con el sentido del magnetismo, pero los antepasados pudieron tenerlo.
Hallan las células que funcionan como brújula en los animales
Las células convierten la información sobre el campo magnético de la Tierra en un impulso nervioso que a su vez indica al animal la dirección correcta que debe seguir para evitar el peligro.
Científicos alemanes han localizado las células sensoriales que permiten a los animales orientarse en sus migraciones gracias al campo magnético de la Tierra.
Los expertos de la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich centraron su estudio en las truchas arcoiris, parientes cercanos del salmón del Pacífico, que nadan hasta 2 mil millas por aguas marinas hasta alcanzar con precisión los ríos en los que nacieron para desovar cuando son adultas.
El profesor Michael Winklhofer, director del estudio, explicó que algunas de las células en las mucosas olfatorias de estos peces contienen magnetita de óxido férrico, que el cuerpo de los animales produce por mecanismos todavía desconocidos.
Las células convierten la información sobre el campo magnético de la Tierra en un impulso nervioso que a su vez indica al animal la dirección correcta que debe seguir para alcanzar su meta, dijo Winklhofer, cuyo equipo considera que otros animales como las aves, los mamíferos y los reptiles se orientan de igual manera.
El experto alemán subrayó que tan solo una de cada 10 mil células olfatorias es magnética y comentó que "ese es el motivo de que se haya tardado tanto tiempo en progresar en este tipo de investigación: porque son muy escasas".
"Localizar las células sensoriales magnéticas ha sido literalmente como buscar una aguja en un pajar", señaló Winklhofer, quien recordó que desde hace casi 50 años se sabía que los animales se orientaban por el campo magnético de la Tierra, pero se desconocía hasta ahora el funcionamiento de su brújula interna.
Los científicos lograron aislar células completas que contienen magnetita de óxido férrico del tejido de las truchas para demostrar su magnetismo y comprobar con la ayuda de un campo magnético en rotación su reacción, que no tenían el resto de las células.
El hallazgo de las células es "un paso muy importante" y la condición previa para identificar seguidamente el gen responsable de la orientación a través del campo magnético de la Tierra, también para una posterior comparación con el genoma humano.
"Los humanos no tenemos un sentido del magnetismo o por lo menos no somos conscientes de ello. Pero puede ser que nuestros antepasados lo tuvieran. Quizás contemos con células que producen magnetita", dijo Winklhofer.
Datos de referencia
- Se conoce que anteriormente, científicos alemanes de la Universidad de Duisburg-Essen habían comprobado que los grandes mamíferos son capaces de orientarse por el campo magnético de la Tierra y que reaccionan igualmente ante la presencia de campos electromagnéticos como los que producen las líneas de alta tensión.
- Los peces se desorientan ante campos magnéticos de origen humano como las redes eléctricas sumergidas de los parques eólicos marinos.
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