Trasladan al expresidente salvadoreño Francisco Flores a una celda policial
Permanecerá en detención provisional en la celda de la División Antinarcóticos, donde estará hasta el mes de noviembre próximo, cuando se prevé que se dé inicio al juicio en su contra.
Fuerzas especiales de la policía trasladaron el jueves al expresidente Francisco Flores a los calabozos de la División Antinarcóticos, donde esperará la audiencia inicial en los tribunales de justicia para responder por los delitos de malversación de fondos públicos y enriquecimiento ilícito por unos $15 millones.
Flores es el primer expresidente salvadoreño (1999-2004) que es enviado a la cárcel.
El exmandatario, que vestía camisa blanca y una chaqueta, salió caminando de su casa con las manos esposadas, fue introducido en un vehículo del Grupo de Reacción Policial y traslado al cuartel de la División Antinarcóticos donde permanecerá hasta noviembre cuando se inicie el juicio.
La Cámara Primera de lo Penal revocó el arresto domiciliario y ordenó que fuera enviado a una cárcel del sistema público.
Flores, de 54 años, huía de la justicia salvadoreña y tenía una difusión roja de la Interpol y orden de captura desde mayo.
“Hemos sido notificados por el Tribunal y he ordenado tanto a la subdirección de Áreas especializadas que ejecute el traslado y a la División Antinarcóticos que reciba al detenido”, dijo el subdirector de la Policía, Howard Cotto, que supervisó el traslado.
Agregó que en la División Antinarcóticos existen las suficientes garantías para la seguridad del exmandatario, y señaló que “tenerlo en (su) casa generaba gastos”, y la movilización de más de 20 policías por turno, entre ellos de las Fuerzas Especiales.
Los abogados defensores de Flores tienen tres días hábiles para interponer ante la Cámara Primero de lo Penal un recurso que intente revocar la decisión del tribunal superior y, de ser rechazada, la defensa podría volver a solicitar dentro de dos meses una revisión del arresto en los calabozos de la Policía.
Si el exmandatario manifestara adolecer de alguna enfermedad y pide ser enviado a un hospital privado, esta deberá ser diagnosticada por médicos del Instituto de Medicina Legal.
Es acusado de peculado por $5.3 millones y de enriquecimiento ilícito por otros $10 millones provenientes de donaciones del Gobierno de Taiwán.
Además, es acusado de desobediencia por no haberse presentado a una cita formulada por una Comisión Especial de la Asamblea Legislativa que investigaba el destino de la millonaria donación taiwanesa.
De ser encontrado culpable, podrían condenarlo hasta a 23 años de prisión.