Barco con carga peligrosa cruza el Canal sin novedad
Publicado 2002/07/22 23:00:00
- MEREDITH SERRACÃN
El barco Pacific Swan pasó ayer por el Canal de Panamá hacia Barrow, Inglaterra, portando ocho empaques (contenedores) con combustible nuclear usado y tres vacíos de residuo vitrificado, tránsito en el que abordaron la nave desde Gamboa hasta Gatún, los embajadores de Inglaterra, Francia y Japón, acreditados en territorio panameño.
En el recorrido, a los diplomáticos se les explicó el funcionamiento de este buque de transporte de residuos radioactivos que está diseñado con dos cascos de seguridad y tripulado por marinos británicos preparados para contrarrestar cualquier imprevisto que pudiera acontecer en su travesía.
Los embajadores visitaron las bodegas del barco y el puente de mando, siendo atendidos por el capitán Neal Patterson, quien les explicó todo lo concerniente a las diversas medidas de seguridad de la embarcación, que incluye doble casco para resistir los daños en caso de colisión, los sistemas dobles de navegación, comunicación, control de la carga y refrigeración, motores y hélices.
También se les dio un gafete de película que mide los niveles de radioactividad antes de entrar y después de salir de las bodegas en donde se encuentra la carga.
"Mi conclusión es que esta embarcación tiene más protección que ninguna otra. Hay menos posibilidad de accidentes que otros barcos con cargas peligrosas no radioactivas", dijo el embajador inglés, Jim Malcom.
El tránsito del Pacific Swan empezó a la 1:50 a.m. y terminó a las 12:55 p.m., llevando combustible nuclear gastado sólido y aún no se ha determinado su retorno al Japón, de donde partió.
Este buque pasó vacío en el mes de mayo por el Canal de Panamá y retorna ahora a Inglaterra. Los tráficos de esta naturaleza de carga radioactiva se vienen dando por la vía interoceánica desde hace unos treinta años.
El embajador de Francia, Patrick Boursin, quien junto al japonés Mitsui Matsuzu acompañó a Malcolm en su travesía por el Canal a bordo del Pacific Swan, consideró que este tipo de buques no representa peligro para la navegación en el área.
"Los ambientalistas serios deben preocuparse por el Efecto Invernadero y no por el paso de estos buques de alta seguridad", manifestó Boursin.
Sostuvo que la energía nuclear es el futuro precisamente debido al Efecto Invernadero que es provocado por la alta contaminación producida por los combustibles tradicionales.
Boursin opinó que Panamá no debe legislar en contra del paso de estos barcos con carga radioactiva, porque una ley en ese sentido "sería contraria" a los intereses de Panamá.
"Impedir el libre tránsito como lo establecen los tratados sería atacar el mayor recurso que tiene este país", señaló Boursin. Los buques con carga radioactiva tienen varias rutas para llegar a sus destinos y una de ellas es Panamá, otros pasan por el Cabo de Hornos. A las autoridades del Canal de Panamá se les avisa con treinta días de anticipación si existe la posibilidad de que un barco de esta naturaleza atraviese la vía interoceánica.
En el recorrido, a los diplomáticos se les explicó el funcionamiento de este buque de transporte de residuos radioactivos que está diseñado con dos cascos de seguridad y tripulado por marinos británicos preparados para contrarrestar cualquier imprevisto que pudiera acontecer en su travesía.
Los embajadores visitaron las bodegas del barco y el puente de mando, siendo atendidos por el capitán Neal Patterson, quien les explicó todo lo concerniente a las diversas medidas de seguridad de la embarcación, que incluye doble casco para resistir los daños en caso de colisión, los sistemas dobles de navegación, comunicación, control de la carga y refrigeración, motores y hélices.
También se les dio un gafete de película que mide los niveles de radioactividad antes de entrar y después de salir de las bodegas en donde se encuentra la carga.
"Mi conclusión es que esta embarcación tiene más protección que ninguna otra. Hay menos posibilidad de accidentes que otros barcos con cargas peligrosas no radioactivas", dijo el embajador inglés, Jim Malcom.
El tránsito del Pacific Swan empezó a la 1:50 a.m. y terminó a las 12:55 p.m., llevando combustible nuclear gastado sólido y aún no se ha determinado su retorno al Japón, de donde partió.
Este buque pasó vacío en el mes de mayo por el Canal de Panamá y retorna ahora a Inglaterra. Los tráficos de esta naturaleza de carga radioactiva se vienen dando por la vía interoceánica desde hace unos treinta años.
El embajador de Francia, Patrick Boursin, quien junto al japonés Mitsui Matsuzu acompañó a Malcolm en su travesía por el Canal a bordo del Pacific Swan, consideró que este tipo de buques no representa peligro para la navegación en el área.
"Los ambientalistas serios deben preocuparse por el Efecto Invernadero y no por el paso de estos buques de alta seguridad", manifestó Boursin.
Sostuvo que la energía nuclear es el futuro precisamente debido al Efecto Invernadero que es provocado por la alta contaminación producida por los combustibles tradicionales.
Boursin opinó que Panamá no debe legislar en contra del paso de estos barcos con carga radioactiva, porque una ley en ese sentido "sería contraria" a los intereses de Panamá.
"Impedir el libre tránsito como lo establecen los tratados sería atacar el mayor recurso que tiene este país", señaló Boursin. Los buques con carga radioactiva tienen varias rutas para llegar a sus destinos y una de ellas es Panamá, otros pasan por el Cabo de Hornos. A las autoridades del Canal de Panamá se les avisa con treinta días de anticipación si existe la posibilidad de que un barco de esta naturaleza atraviese la vía interoceánica.
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