Captura de criminales peligrosos contrasta con seguridad del país
Pese a lograrse la desarticulación de varias pandillas en el país, y que su número ha permanecido estable en los últimos años, expertos afirman que la dinámica de estos grupos ha evolucionado.
La lucha contra la criminalidad en el país dio con la captura de 16 personas que se mantenían en la lista de los más buscados y por los que la Policía Nacional ha pagado recompensas.
En este sentido, ayer el ministro de Seguridad, Alexis Bethancourt, informó sobre la disminución del número de pandillas y la captura de cabecillas en un acto en el Palacio de las Garzas.
Bethancourt indicó que siete capturas se han dado en 2017 y otras nueve restantes entre los años 2015 y 2016.
Incluso, se reveló un listado donde figuran nombres como alias "Chino Candanedo", alias "Omi", alias "Maelo", alias "Popochón", por quienes se ha ofrecido hasta 25 mil dólares.
Bethancourt dijo que estos sujetos han pasado a ser privados de libertad y en custodia del Ministerio Público y el Órgano Judicial, por también haber sido capturados con colaboración internacional.
Sostuvo que en Panamá hay 109 pandillas delincuenciales, de las cuales se han judicializado 69 entre los años 2014 y 2017, es decir, más de 50%.
De ese total, se han judicializado a 2,873 personas vinculadas a las pandillas.
Bethacourt resaltó que "nadie se puede esconder de la ley. El brazo de la ley es suficientemente largo para alcanzarlos donde estén".
El Centro de Investigación del Crimen Organizado detalló que las áreas más violentas son las que coinciden con la presencia de las pandillas.
No obstante, las cifras contrastan con las de la Policía, que a finales del año pasado rondaba las 200, con 118 grupos en Panamá, 35 en Colón, 30 en Chiriquí, y 11 en Panamá Oeste.
Autoridades como el fiscal Nahaniel Murgas han confirmado que en el programa de reinserción para pandilleros "Barrios Seguros", se han reportado sujetos que han seguido cometiendo crímenes.
Un programa que ha favorecido a cerca de 4 mil jóvenes, pero que no ha ayudado a bajar las estadísticas de robos y hurtos.
Ante esto, el Centro de Investigación del Crimen Organizado, que sigue los casos de narcotráfico desde Colombia, explicó que la correlación entre la actividad de las pandillas y los asesinatos no es tan clara, pues hay brotes de violencia en el país.
Detalla que si bien el número de pandillas del istmo ha permanecido estable, la dinámica de estos grupos está evolucionando.
En este sentido, el centro de investigación ha sostenido que las pandillas se están consolidando en dos bloques rivales principales: Calor Calor y Bagdad, las cuales incluso pueden estar asumiendo un papel más activo en el tráfico internacional de drogas.
Advirtió sobre la naturaleza cambiante de la delincuencia local, con reportes de triples homicidios que se le han atañido a rivalidades entre las pandillas.
El propio presidente Juan Carlos Varela ha declarado que existen "benefactores o políticos", sin mencionar sus nombres, apoyando a las pandillas de Colón y ha anunciado varias estrategias para contrarrestar sus ataques.