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Cerveza artesanal, negocio que crece como la espuma
Como la espuma crece en la República de Panamá la tradición de grandes ciudades europeas como Holanda de producir y consumir cervezas artesanales para complacer el buen gusto de los amantes de la cerveza.
Gilberto Soto /gilberto.soto@epasa.com - Actualizado:
Cerveza artesanal, negocio que crece como la espuma
Como la espuma crece en la República de Panamá la tradición de grandes ciudades europeas como Holanda de producir y consumir cervezas artesanales para complacer el buen gusto de los amantes de la cerveza. Es un negocio que tímidamente ocupa el 3% de la producción en general, pero que se propone ganar espacio entre aquellos consumidores exigentes en calidad e innovación.Frente a un monstruo, como lo es la producción a gran escala de la cerveza para fines comerciales, los emprendedores artesanales han logrado acaparar la atención de los bohemios en sitios exclusivos de la ciudad con resultados sorprendentes.Los audaces negociantes coinciden en que “la idea es crear una cultura cervecera de calidad en Panamá, acompañada de momentos felices, y en el peor de los casos, para descargas emocionales propiciadas por el trabajo o situaciones interpersonales”.El secreto está en la buena atención y en la combinación de los ingredientes básicos de la cerveza (cebada, malteada, lúpulo, levadura y agua) para producir sabor, cuerpo y textura.La actividad que se ajusta a los estándares sanitarios está a la vista de los consumidores en su preparación para crear la certeza de su manipulación artesanal y sensación de que un viaje muy corto del barril a la mesa el consumidor degustará el amargo y aroma que despide cada uno de sus componentes en la cerveza.Las variedades en sabor, color y estilo permutan según la casa cervecera. En Panamá Istmo Brew Pub, Cervecería La Rana Dorada, Casa Bruja Brewing Co, y Cervecería Legítima se disputan el mercado.“Como todo inicio fue muy duro, los consumidores eran 85% extranjeros y los pocos locales no aceptaban el sabor. Con el tiempo y lógicamente con la mejora que tuvimos en la calidad de la cerveza hemos podido capturar un significativo mercado local, lo cual nos deja satisfechos. Hoy en día, aliados con nuestra competencia estamos muy de moda, lo cual es beneficioso para todos”, manifestó Camilo González, gerente de Istmo Brew Pub.Con ocho años en el mercado local, González siente satisfacción por el espacio ganado, “estamos en nuestro momento”.La incursión en la ‘Gastro Pub’, como le llaman, y su demanda en crecimiento, los llevó a expandirse en el mercado. Ya son dos las sucursales (Vía Veneto y San Francisco) con producciones mensuales por encima de los 10,000 litros.Hizo una incitación al paladar con la oferta de sus productos. En el Istmo Brew Pub los productores bautizaron con nombres de provincias sus cervezas: la Chiriquí con 75% de malta Pilsner (rubia) y un 25% de malta caramelo; la Coclé con un 75% de malta Pilsner y un 25% de malta chocolate. Pero la más buscada: Colón, por ser en promedio de color rubia y refrescante, que en boca de los consumidores se ajusta al calor del trópico.En La Rana Dorada, en el Casco Viejo, todos la piden por la roja, la rubia, la blanca, la negra. Si de probar se trata, Luz, con cinco años en la atención a los comensales, dice que primero es invadir al cliente en una “buena atención. Que se sienta en casa, y por qué no, una demostración de nuestros cuatro productos”.Hecho el 50% del trabajo, el resto queda en manos del cliente. “Estamos experimentando el boom de la cerveza artesanal, a la gente le sigue gustando. Y aunque la mayoría de nuestros consumidores son extranjeros, quizás por la ubicación es importante destacar que era deseo de probar calidad, aroma y sabor. Está llegando a más nacionales”, relata Marshall Hendrikson, asistente cervecero de La Rana Dorada, que ya cuenta con tres sucursales.Para atraer a ese público cautivo de la cerveza comercial, Hendrikson sostiene que en el caso de La Rana Dorada se realizan las tardes felices a modo de promoción, “y eso nos ha dado grandes resultados”.Para Carlos Eduardo Ossa, de la Cervecería Legítima, otro de los negocios que se disputa el emergente mercado, la tendencia es consecuencia del boom mundial en el consumo del producto artesanal.Ossa comparte la experiencia sobre el origen del negocio y su fusión con expertos para alcanzar el éxito. “Hace ya muchos años, desde que estudiamos fuera del país, Pedro y yo al regresar caímos en cuenta que nuestra pasión por la cerveza y la comida debían ser fusionadas, siempre supimos que eso era lo que queríamos hacer. Pedro Icaza es cervecero estudiado en Alemania, y yo graduado de cocina en los Estados Unidos. Desde hace ya más de un año hemos estado metiéndole mucha mente y horas a las ideas que queremos concretar”, comparte.Como resultado de los desvelos en La Legítima, Pedro Icaza lanzó la Russian Imperial Stout (cerveza oscura, negra) y la Pale Ale (no rubia pero nada muy oscuro). Ambas sorprendieron a los asistentes en el recién festival de la micro cerveza que se realizó en Mi Pueblito Afroantillano con más de 70 casas cerveceras nacionales e internacionales.Los precios...? se ajustan a la calidad que se ofrece, es la conclusión de los expertos. Los negocios no son industriales, los productos básicos son importados y la atención es personalizada. El vaso de 16 onzas tiene un costo promedio de $5 y las jarras $10.