Costa Rica acusa a instituto de células madre
- Didier Hernán Gil
Costa Rica afirmó hoy que un instituto privado de células madre, que anunció el pasado lunes su traslado a Panamá, experimentaba ilegalmente con tratamientos para males como la esclerosis múltiple, el autismo y la sección medular, sin protocolos científicos ni permisos del Gobierno.
La ministra costarricense de Salud, María Luisa vila, declaró hoy a Acan-Efe que el Instituto de Células Madre, que operaba en el país desde 2006 y cuya casa matriz está en Estados Unidos, sólo tenía permisos para almacenar las células y no para aplicar tratamientos, por lo que hay un proceso abierto en el Ministerio Público.
"La información que tengo es que la casa matriz decide trasladar su centro de operaciones a Panamá y no seguir en Costa Rica donde les estábamos poniendo reglas claras desde hace cuatro años y que ellos nunca habían acatado", dijo vila.
Según la ministra, la terapia con células madre "no es reconocida y está a nivel experimental", y los pacientes que recurren a ella "es porque todo lo conocido les falló y están buscando prácticamente un milagro".
"Para que sea evidencia científica y no anecdótica, tiene que tener protocolos revisados donde los derechos de estas personas, que son muy susceptibles, no sean violentados", aseguró.
vila explicó que sin esos protocolos surgen "muchas interrogantes" como por ejemplo, la procedencia de las células y si realmente son células madre, así como la ausencia de evidencia científica de los efectos del tratamiento.
"Al no estar regulados no sabemos qué hacían. Tenemos reportes que habían manejado (tratado) gente con esclerosis múltiple, niños de Estados Unidos con autismo y gente con sección medular (un tipo de lesión de la columna)", afirmó la ministra.
Por su parte, el Instituto de Células Madre, cuya casa matriz es Medistem Inc, ubicada en Estados Unidos, indicó el pasado lunes en un comunicado desde Panamá que de forma "independiente y voluntaria" tomó la decisión de cerrar su clínica y laboratorio en Costa Rica a principios de junio y trasladarse a este país.
La empresa calificó la legislación costarricense como "arbitraria e impredecible" y aseguró que la "falta de claridad" sobre la regulación para los tratamientos con células madre adultas, supuso un "riesgo demasiado grande" para su operación en el país.
El Instituto aseguró que mantiene los "más altos estándares de ética, transparencia y coherencia", que su personal está formado por "médicos altamente capacitados" y que cumplía con todo lo estipulado en la legislación costarricense.
"En apenas cuatro años, el Instituto de Células Madre ha ayudado a cientos de personas que padecen enfermedades crónicas, tales como parálisis cerebral, esclerosis múltiple, osteoartritis, artritis reumatoide, distrofia muscular y la lesión de médula espinal", indica el boletín.
Sobre su traslado a Panamá, el Instituto dijo que ese país tiene definidas "claramente" las leyes que regulan la terapia con células madre adultas y que además cuenta con infraestructura de clase mundial y mayores facilidades para los pacientes.
vila comentó que los permisos de funcionamiento del Instituto vencieron el pasado 29 de mayo y estaban en proceso de renovación, pero que éstos no aplicaban para tratamientos.
"Con protocolos de investigación presentados a un comité de bioética independiente, con un comité externo de revisión e información dada, se les puede dar seguimiento y hubiesen generado investigación científica, no anécdotas", expresó vila.
La funcionaria dijo que no se opone a los tratamientos con células madres y que incluso ella estaría dispuesta a someterse a ellos en caso de enfermedad, pero "en un centro con protocolos de investigación donde se respeten mis derechos como enferma".

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