Demandarán a Cables y CSS por muerte de exfuncionaria
Publicado 1999/03/21 00:00:00
- Ginebra
Una demanda ante el Ministerio Público por daños y perjuicio por B/.2.5 millones contra la empresa Cables & Wireless, antes Instituto Nacional de Telecomunicaciones (INTEL), y la junta directiva de la Caja de Seguro Social, por la muerte de la exfuncionaria de esta empresa telefónica, Daniela Gooding Murillo, será presentada el próximo martes.
Gooding Murillo, quien laboraba en la Central No.51 del INTEL en Vista Alegre, Arraiján, estuvo expuesta a contaminantes ambientales que le ocasionaron una bronquitis crónica y fibrosis pulmonar, enfermedades que le segaron la vida.
El abogado de la extinta, Víctor Manuel Martínez, interpondrá la acción penal contra la empresa telefónica y la junta directiva de la CSS, que manejó el expediente en ese entonces.
Gooding Murillo, quien requería un trasplante de pulmón, murió a los 41 años, sin poder cumplir con su sueño de viajar al exterior para ser intervenida quirúrgicamente.
De acuerdo a la demanda, existen pruebas que demuestran que la señora Gooding Murillo fue afectada en su entorno laboral por la contaminación del aire en la Central No.51 del INTEL con sede en Vista Alegre, Arraiján.
Según el demandante, Cables & Wireless no adoptó las medidas necesarias para prevenir la exposición de contaminantes ambientales en el lugar de trabajo de Gooding Murillo, por lo que incurrió en culpa o negligencia.
Sostiene que esta indemnización es una obligación de la empresa telefónica por la exposición a contaminantes, los cuales comprenden el daño emergente, tanto de lucro cesante y moral, como el fisiológico.
Destaca la acción penal que la afectada dejó a tres menores Jorge Rodríguez, y Adelina y Jonathan Puga, de 20, 13, y 9 años, respectivamente.
Apuntó Martínez que la certificación expedida por el doctor Alvaro E. Calvo establece que Gooding Murillo fue expuesta a polvo, humo, productos de combustión y otros residuos de sustancias de refrigeración (aire acondicionado), olores tóxicos e insecticidas.
También un informe de la Oficina de Seguridad del Cuerpo de Bomberos efectuado por el perito Milton Cousins señala que los conductos del aire acondicionado, que bien pudiese ser el causante de los problemas respiratorios, en varias salidas se tornaban sucios de hollín, producto del humo que circula en el lugar, y que no se le brindaba una limpieza adecuada.
Apunta la inspección que a los ductos se les despegó el tape o cinta adhesiva de los empates y por allí se despide suciedad, y partículas pequeñas de fibras de vidrios que resultan perjudiciales para la salud.
Un estudio realizado por el propio antiguo INTEL reflejó que las instalaciones de la central de Vista Alegre presentaban el "síndrome del edificio muerto", que los ductos del aire acondicionado no fueron limpiados por espacio de tres años, que había partículas de vidrio y que el área se fumigaba en horas cuando el personal estaba laborando.
Gooding Murillo, quien laboraba en la Central No.51 del INTEL en Vista Alegre, Arraiján, estuvo expuesta a contaminantes ambientales que le ocasionaron una bronquitis crónica y fibrosis pulmonar, enfermedades que le segaron la vida.
El abogado de la extinta, Víctor Manuel Martínez, interpondrá la acción penal contra la empresa telefónica y la junta directiva de la CSS, que manejó el expediente en ese entonces.
Gooding Murillo, quien requería un trasplante de pulmón, murió a los 41 años, sin poder cumplir con su sueño de viajar al exterior para ser intervenida quirúrgicamente.
De acuerdo a la demanda, existen pruebas que demuestran que la señora Gooding Murillo fue afectada en su entorno laboral por la contaminación del aire en la Central No.51 del INTEL con sede en Vista Alegre, Arraiján.
Según el demandante, Cables & Wireless no adoptó las medidas necesarias para prevenir la exposición de contaminantes ambientales en el lugar de trabajo de Gooding Murillo, por lo que incurrió en culpa o negligencia.
Sostiene que esta indemnización es una obligación de la empresa telefónica por la exposición a contaminantes, los cuales comprenden el daño emergente, tanto de lucro cesante y moral, como el fisiológico.
Destaca la acción penal que la afectada dejó a tres menores Jorge Rodríguez, y Adelina y Jonathan Puga, de 20, 13, y 9 años, respectivamente.
Apuntó Martínez que la certificación expedida por el doctor Alvaro E. Calvo establece que Gooding Murillo fue expuesta a polvo, humo, productos de combustión y otros residuos de sustancias de refrigeración (aire acondicionado), olores tóxicos e insecticidas.
También un informe de la Oficina de Seguridad del Cuerpo de Bomberos efectuado por el perito Milton Cousins señala que los conductos del aire acondicionado, que bien pudiese ser el causante de los problemas respiratorios, en varias salidas se tornaban sucios de hollín, producto del humo que circula en el lugar, y que no se le brindaba una limpieza adecuada.
Apunta la inspección que a los ductos se les despegó el tape o cinta adhesiva de los empates y por allí se despide suciedad, y partículas pequeñas de fibras de vidrios que resultan perjudiciales para la salud.
Un estudio realizado por el propio antiguo INTEL reflejó que las instalaciones de la central de Vista Alegre presentaban el "síndrome del edificio muerto", que los ductos del aire acondicionado no fueron limpiados por espacio de tres años, que había partículas de vidrio y que el área se fumigaba en horas cuando el personal estaba laborando.
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