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El mercado de las hierbas
Yureth Paredes - Actualizado:
A las cinco de la madrugada se inicia la faena en el mercado de las hierbas.Al final de Calidonia, se encuentra una calle que no sólo encierra mucho misterio, sino sabiduría y que es conocida como "la calle del mercadito de Calidonia".Es uno de los sitios más concurridos y transitados desde tempranas horas por cientos de panameños que van en busca de remedios para mejorar su salud y hasta su suerte, por lo que compran remedios caseros, baños y despojos para la suerte.Se trata de un corto sector de la calle 24 Este, en el corregimiento de Calidonia y que tiempo atrás se comunicaba directamente con el Mercado Público del corregimiento.Este lugar se convirtió desde 1971 en el refugio de unos 45 comerciantes establecidos en la legendaria Casa Müller, la cual fue condenada y posteriormente demolida y de la que hoy sólo queda el recuerdo.Anteriormente esta calle era transitada por vehículos como cualquier vía de esta capital, sin embargo, la necesidad y las ganas de trabajar de muchas personas, lograron que las autoridades de entonces permitieran que se utilizara como un pequeño mercado de buhonería, donde las personas de escasos recursos se acercaban a adquirir diversos productos, desde sal y ajo en grano, hasta flores y plantas medicinales, que curan hasta los más crueles males.Estas últimas son los productos más solicitados, así lo señaló Ana María Zárate vendedora de estos productos.Un dato curioso acerca de este fascinante lugar, es poder encontrarse con mujeres de una familia, que por tres generaciones han salido adelante gracias al negocio de vender hierbas a quienes no encuentran una respuesta a sus dolencias, con los productos farmacéuticos.María Eugenia Barreno, a la que muchos llaman la "reina de las hierbas", es una mujer que con más de ochenta años, cuenta que desde muy niña llegó a este lugar a vender las hierbas, que junto a su madre recogía en los terrenos de las afueras de la ciudad y que hoy conocemos como Cerro Viento y San Antonio.En aquella época en que el único medio de transporte disponible lo constituía el caballo, llevaban la carga hasta el mercado donde las vendían.Su hija Angela de Zárate, recuerda que desde la década del 40 se ha dedicado junto a su madre a la venta de plantas y al igual que ella, desde niña aprendió a reconocer para qué servía cada una de ellas y hoy junto a sus dos hijas, ha seguido en la tarea diaria de vender salud a quienes así lo requieran, igual que hierbas que traigan la suerte a quienes se les ha ido, más recientemente las flores y que han hecho de esta esquina un sitio que todo citadino reconoce. Cientos de personas acuden en Semana Santa al Mercado de Calidonia para comprar esencias y hierbas que, de acuerdo con la creencia popular, sirven para traer la buena suerte.En Calidonia, los buhoneros se alistan desde comienzos de la semana Santa para surtir a sus clientes con estos productos.Por 50 centavos, se puede comprar el ramo de las 7 hierbas, que son albahaca morada, pachulí, ruda, albahaca fina, menta, hinojo y la ruda.