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Invasión a Panamá: 24 años después de la operación "Causa justa"
Británico Julio Quesada/Especial para la Web - Publicado:
El 3 de octubre de 1989 fue una fecha clave para quienes nunca creyeron que Washington desplegaría 25 mil soldados a Panamá.Ese día el Comando Sur de Estados Unidos se negó a recibir al dictador Manuel Antonio Noriega, tras un golpe de Estado que le dió el mayor Moisés Giroldi y que fracasó.La muerte del soldado estadounidense de origen colombiano, Robert Paz Fisher, el 18 de diciembre de 1989, no fue una excusa, como lo reconoció el general Collin Powell, días después de la invasión para decidir la operación militar.Ya estaba programada y la patria sería mancillada por la soldadesca extranjera.Viudas, huérfanos, comercios destruidos, hogares conflictivos, divisiones familiares y familias separadas entre los países fue lo que sembró la dictadura y sus aliados civiles.24 años después de la operación "Causa justa", el país está en el ojo del mundo, con grandes edificios, un metro por terminar, un crecimiento económico mayor en el continente, luchas políticas internas entre grupos de poder económico, una izquierda con poca aceptación y un PRD lleno de conflictos, un turismo envidiable y Noriega preso pidiendo clemencia para vivir sus últimos días como Ronnie Biggs. Embed¿Qué nos enseñó la invasión? Que así como las estructuras cambian con los sistemas puede pasar lo mismo.Lo irónico es que los defensores de la dictadura hablan ahora de democracia y libertad, pero pregonaban “civilista visto, civilista muerto”.Ninguno de ellos combatió a las tropas norteamericanas, pero se refugiaron en embajadas de países antinorteamericanos como conejos asustados, otros pocos decidieron luchar por la recién instaurada “democracia” y no vivir en Polanco (el Paitilla de la ciudad de México) como reyes con dineros robados del erario público.Los hijos nacidos después de la invasión militar solo la ven en libros o Internet y los políticos tampoco quieren hablar mucho de ella.La enseñanza de esa época es que el diálogo debe prevalecer y entendernos entre panameños porque una solución como la del 20 de diciembre no debe repetirse otra vez.La pregunta es que si los sedientos de poder estarían dispuesto a deponer sus intereses para trabajar por Panamá.Este viernes familiares y afectados por la invasión realizan un acto de recordación en el cementerio del Jardín de Paz.