#CasoDecapitada

Violación entre varios hombres delató a los asesinos de mujer decapitada

Actualizado 2017/10/28 17:25:42

A través de la autopsia y las llamadas al celular de la víctima, la DIJ logró ubicar a los responsables de la muerte de Migdonia Sanjur.

El cuerpo sin vida fue encontrado en el río Arraijancito, en Burunga / Archivo.

El cuerpo sin vida fue encontrado en el río Arraijancito, en Burunga / Archivo.

 
Tres días después de haberse encontrado el cuerpo de Migdonia Sanjur, una persona acudió al Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses (IMELCF) para hacerse una prueba de ADN y compararla con la mujer decapitada. 
 
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Se trataba de un familiar que había reportado ante las autoridades que esta no aparecía desde la noche del sábado 16 de septiembre. 
 
El examen de ADN dio positivo. He allí el momento en que la Dirección de Investigación Jucidial (DIJ) empezó a olfatear a los asesinos. Se empezó a armar el rompecabezas.
 
Tras el ADN, lo primero que hicieron en la DIJ, fue solicitar a ese ser querido que les proporcionara el número telefónico (celular) de la víctima.
 

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Fue entonces que la DIJ, logró contactar a la empresa telefónica a la que estaba afiliada Sanjur, para verificar el registro de llamadas en el aparato móvil. Allí se percataron de que el 16 de septiembre, un día antes del hallazgo, Migdonia hizo y recibió al menos cuatro llamadas de un mismo número. Todas con una secuencia entre 8:00 y 10:00 de la noche.
 
Migdonia Sanjur estaba en una fiesta y acordó econtrarse con el conductor del busito de la ruta Los Andes-Torrijos Carter, en Villa Lucre. Ambos, según versiones extraoficiales, tenían una relación sentimental clandestina. Lo que no sabía aquella mujer, era que habían otros dos hombres en el vehículo.
 
La DIJ averiguó el nombre y la dirección del propietario del teléfono con el que se contactó Migdonia más de tres ocasiones ese mismo día. Tras conocer su residencia, fueron a buscarlo. Allí encontraron un bus tipo coaster al que se le había modificado algunos detalles posterior al crimen.
 
Pero los malechores no sabían que la DIJ contaba con un equipo sofisticado para rastreo de sangre (tipo CSI). El coaster había sido lavado dentro y fuera, pero aún así, los peritos encontaron sangre.
 
Los dos sospechosos fueron sometidos a ADN y se logró probar que los restos de semen en la vagina de la víctima pertenecían a ellos, pero había otro semen con otro tipo de ADN. Entonces, los dos hombres tuvieron que hablar. 
 
Había un tercer violador que fue atrapado en el sector 4 de Samaria, un día después de haber caído los dos primeros sospechosos.
 
La sangre encontrada en el coaster era de Migdonia. El semen y la sangre se convirtieron en la evidencia clara de que la DIJ había dado con los autores intelectuales y materiales.
 
A los implicados les espera una pena de 50 años de prisión por los delitos de robo, violación y homicidio.
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