CAMPAÑA**Después de Ricardo Martinelli, ninguna campaña volverá a ser igual. Nadie como él ha revolucionado la forma de hacer política. Hasta el momento de su original cierre, estuvo pleno de propuestas; más de las que el elector común pueda entende

CAMPAÑA**Después de Ricardo Martinelli, ninguna campaña volverá a ser igual. Nadie como él ha revolucionado la forma de hacer política. Hasta el momento de su original cierre, estuvo pleno de propuestas; más de las que el elector común pueda entender o asimilar. Y es que el ritmo de trabajo de este hombre, que forjó una fortuna con sus solas manos, apenas da tiempo a respirar.
PROPUESTAS**Ningún otro se atrevió a escribir sus promesas en cemento. Y a los incrédulos, les tira a la cara la historia de su propio éxito: "Yo sí sé crear riqueza, yo sí sé crear empleos, yo sí sé administrar, yo sí sé controlar el despilfarro, yo sí sé impedir el robo, yo sí sé rebajar la gasolina y la luz, yo sí sé llevar niños a las aulas, yo sí sé quitar impuestos. Y no necesito robarme un centavo".
CIERRE**Así culminó una campaña antológica. La mejor y más moderna vista jamás. "Tras calzar tus zapatos, aun tengo los pies cansados; pero hoy entiendo mejor tus problemas y soy una mejor persona", dijo en el espectacular cierre, propio del siglo 21. Los tiempos de buses llevando y trayendo gente, como ganado, quedan atrás. Y los medios masivos de comunicación se consolidan como el nuevo presente.