"El Juli" cierra la Feria de Quito con un indulto y el mexicano Adame con una oreja
- Roberto Acuña
El torero español Julián López "El Juli" cerró la Feria de Quito con un indulto y una oreja, mientras que el mexicano Joselito Adame y el ecuatoriano Guillermo Albán se llevaron un auricular cada uno, que supo a muy poco para ambos.
Albán sólo toreó su primero, de forma magistral, pues se lesionó la mano derecha en un desplante cuando iba por la puntilla para acabar la lidia, y "El Juli" tomó su segundo, que fue el toro que se indultó.
Adame, en su segunda aparición, también escuchó con fuerza desde las gradas el grito de "indulto, indulto", pero la autoridad de la plaza no atendió al clamor.
Con una plaza llena a reventar, en el último festejo de la Feria "Jesús del Gran Poder", se lidiaron ejemplares de Triana (3 y 6), Mirafuente (2 y 5), Huagrahuasi (1) y Vistahermosa (4), con un peso promedio de 504 kilos, mansurrones y con tendencia a las tablas.
Abrió la corrida "Lamidito", con una salida lenta, y "El Juli" le consintió con tres apretadas verónicas y media pinturera, la faena de tablas hacia los medios con series sobre las dos manos a un manso y rajado, que murió de estocada entera y trasera. Una oreja.
En su segundo, "Rajatabla", el madrileño demostró su solvencia profesional con una faena de aliño, pero que terminó breve. Palmas.
"El Juli" también lidió a "Agresivo", que le pertenecía al lesionado Albán, y fue aplaudido por verónicas y chicuelinas, y con la muleta series de derechazos y naturales en los medios, cayó al descubierto pero el toro fue por el engaño, y luego pases sobre las dos manos a un ejemplar sin transmisión y noble.
También cuajó circulares de una factura que entusiasmó a la parroquia que inundó el coso con los gritos de "indulto, indulto", concedida por la autoridad.
Adame inició con "Caralimpia", al que apenas le hizo lances con el percal, cubrió el tercio de banderillas bajo una ovación y la faena de muleta sobre las dos manos con entrega, para terminar de estocada fulminante. Una oreja con insistente petición de la segunda.
En su segundo enemigo, "Salmoncito", el mexicano fue aplaudido por verónicas y al quite por lopecinas, para una faena desde las tablas a los medios con series de derechazos y naturales, estatuarios y sanjuaneras, y matar de estocada fulminante, pero los trofeos, pedidos con clamor por el público, le fueron negados por la autoridad, que se llevó una bronca monumental del respetable.
Albán, por su parte, en el único toro con el que actuó, "Estanquero", volvió a ratificar que es el mejor torero de Ecuador, porque cuajó una magnífica faena con capote y muleta, aunque se lesionó la mano en el último momento, con el público ya entregado y pidiendo dos orejas, aunque la polémica autoridad sólo otorgó una.
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