El coronavirus explotará economías europeas
- Jack Ewing
“Aunque hay algunos países mucho mejor preparados que otros, ninguno está bien preparado”, dijo Ryan Morhard, experto en seguridad sanitaria global en el Foro Económico Mundial en Ginebra.
Ningún país europeo escapa a las consecuencias económicas del coronavirus, pero el dolor no estará dividido de forma equitativa.
El sur de Europa, que se llevó la peor parte de la última crisis económica importante, sufrirá más. Países como Grecia e Italia dependen enormemente del turismo y aún padecen los efectos del colapso de la deuda en la eurozona durante la última década, incluyendo programas de austeridad que dejaron a sus sistemas de cuidado de la salud mal preparados para una pandemia.
La economía europea, por designio, está sumamente interconectada, e incluso países que parecen relativamente bien protegidos no podrán aislarse del sufrimiento de sus vecinos.
VEA TAMBIÉN: Ámbar porta una carga ética
“Aunque hay algunos países mucho mejor preparados que otros, ninguno está bien preparado”, dijo Ryan Morhard, experto en seguridad sanitaria global en el Foro Económico Mundial en Ginebra.
A continuación, un vistazo al panorama relacionado con el virus en diferentes partes de la eurozona.
Alemania, con sólidas finanzas gubernamentales, bajo desempleo y una amplia red de seguridad social, parece resiliente. Tiene más camas de hospital para cuidados intensivos por persona que cualquier otro país en Europa.
Pero entró a la crisis con un crecimiento débil, y sus fabricantes automotrices y de maquinaria son vulnerables a trastornos en la cadena de suministro y a las restricciones al contacto social. La suspensión de operaciones por parte de patrones como Volkswagen y Daimler provocará un repunte en el desempleo.
Italia es posiblemente más vulnerable que los otros países desarrollados a una pandemia. El turismo es una parte importante de la economía, al igual que las empresas pequeñas. La enorme deuda del Gobierno, que equivale al 137 por ciento del PIB, deja a Roma con margen limitado para ofrecer apoyo financiero a negocios afectados.
VEA TAMBIÉN: Por la pandemia, una crítica de cine extraña 'sentarse en la oscuridad'
Italia se encaminaba a una recesión incluso antes de que llegara el coronavirus. Su producción económica aún es menor a lo que era antes de la recesión global del 2009. Su población estaba entre la más sana del mundo, pero el brote del virus dejó al descubierto una escasez crucial de camas para cuidados intensivos en los hospitales.
Países Bajos es hogar de numerosas corporaciones grandes. Pero tiene una enorme proporción de pequeñas empresas, y la industria de las aerolíneas, duramente afectada, es un patrón importante. Schiphol, a las afueras de Ámsterdam, es uno de los aeropuertos más grandes de Europa y un centro aeroportuario importante para Air France-KLM, que ha reducido su servicio en hasta un 90 por ciento y solicitado ayuda del Gobierno.
Grecia, tras una deplorable década de austeridad y declive económico, cuando el desempleo alcanzó el 28 por ciento y el país perdió una cuarta parte de su producción económica, había estado mostrando indicios de recuperación. Pero ningún país en la eurozona depende más del turismo, y es una nación de pequeños negocios.
Una ventaja sorprendente para Grecia es su presupuesto: ha estado operando con un superávit.
España fue el país grande de más rápido crecimiento en Europa el año pasado. Pero el desempleo, de casi el 14 por ciento, aún figura entre los más altos de Europa y solo Grecia depende más del turismo. España también es un país importante en la fabricación automotriz. Volkswagen, Renault y Ford Motor han cerrado sus fábricas españolas. Los hospitales españoles tienen aún menos camas para cuidados intensivos por persona que Italia.
Francia podría ser algo menos vulnerable que sus vecinos. La manufactura no es tan importante para la economía. Muchos franceses trabajan para grandes compañías. El turismo es una parte sorprendentemente pequeña de la economía.
VEA TAMBIÉN: Países europeos recurren a buques mercantes para disuadir migración
Estonia tiene una de las economías más dinámicas en la eurozona. El crecimiento el año pasado fue superior al 4 por ciento, el desempleo es de menos del 5 por ciento y la deuda del Gobierno es ínfima, lo que le da espacio suficiente para ofrecer un estímulo fiscal.
Estonia es conocido como uno de los países más tecnológicamente diestros del mundo. Pero también debe proteger a aquellos que no han participado en el auge digital: más de una quinta parte de su población de 1.3 millones de habitantes vive en la pobreza.
Matina Stevis-Gridneff contribuyó con reportes.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.