Amalgama perfecta: buena estrategia de vacunación y un pueblo decidido
Lo que queda ahora es tratar de aplicar, aunque sea la primera dosis, a la mayor cantidad de personas para evitar o retrasar, tal vez, una tercera ola de casos de covid-19.
Lo que queda ahora es tratar de aplicar, aunque sea la primera dosis, a la mayor cantidad de personas para evitar o retrasar, tal vez, una tercera ola de casos de covid-19.
La vacuna es nuestra mejor arma contra el covid-19, ¡usémosla!. Foto: Cortesía Minsa.
Considero acertada la decisión del Gobierno de utilizar las reservas de las vacunas de AstraZeneca y de ampliar el periodo para la aplicación de la segunda dosis hasta 12 semanas.
Los estudios científicos que citan nuestras autoridades de salud sobre la efectividad de la vacuna, en su primera dosis, y la posibilidad de ampliar el tiempo de aplicación de la segunda, son contudentes.
Y, afortunadamente, ya se esfumó el temor que había entre la población por los efectos secundarios ínfimos que la vacuna causó a personas en otros países.
En mi caso, siempre trato de reconocer lo bueno y cuestionar con ímpetu las cosas malas, por lo que en esta ocasión tengo que reconocer que la decisión del Gobierno de mandar a la cabeza de la lista de vacunación a fichas importantes de su administración contribuyó a que la población finalmente aceptara la vacuna.
Lo que queda ahora es tratar de aplicar, aunque sea la primera dosis, a la mayor cantidad de personas para evitar o retrasar, tal vez, una tercera ola de casos de covid-19.
Voluntarios es lo que sobra ahora en todo el país, además de que la organización ha sido, hasta ahora, impecable.
No por nada, Panamá es un pionero en materia de vacunación en la región.
La vacuna es nuestra mejor arma contra el covid-19, ¡usémosla!
VEA TAMBIÉN: ¿Hasta cuándo?
Periodista.
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