Lecturas.
Colección: Apotegmas bíblicos
Estoy usando la palabra apotegma, poco conocida, como sinónimo de frase famosa o dicho bíblico usado con frecuencia. “Haz a los demás lo que tú
Estoy usando la palabra apotegma, poco conocida, como sinónimo de frase famosa o dicho bíblico usado con frecuencia.
“Haz a los demás lo que tú quieres que los demás te hagan a ti”, conocida como la Regla de Oro, cuidado que es el verso más conocido de la Biblia. Incluso no creyentes la han oído. Fácil de entender, aunque muy difícil de llevar a cabo. Haz a los demás lo que te gusta que te hagan a ti, que te traten con cariño y respeto.
“Escucha, Israel. El Señor es nuestro Dios, el único Dios. Por tanto, ama al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu fuerza” (Dt 6,4-5). Es el verso hebreo conocido como Shemá de la oración fundamental del judaísmo, aseverando la creencia en el verdadero Dios que exige nuestro amor. Debería ser la oración diurna y nocturna en los labios de todos.
“Hágase en mí según tu palabra” (Lc 1,38). La aceptación de nuestra Madre del cielo a la propuesta del arcángel Gabriel. Debemos tenerla como modelo para todo fiel, aceptar el plan de Dios y seguirlo.
“Yo soy el camino, la verdad y la vida (Jn 14,6). Buscando el camino en la vida, no encontramos mejor camino que seguir a Jesús.
“Jesucristo el mismo ayer, hoy y siempre (Hebr 9). Jesús no cambia, mientras la gente, las estructuras, la política cambia. Jesús nunca cambiará. Cielos y tierra cambiarán, pero su palabra no cambiará.
“Síganme y os haré pescadores de hombres (Mt 4,19) Con estas palabras, Jesús llamó a 4 pescadores para que fueran discípulos.
“Y vio Dios que todo era bueno.” (Gen 1,10) Cuando Dios en la creación realizó su obra, vio que todo era bueno. Cuando creó al ser humano, lo encontró bueno. Es un don de Dios en sí mismo, la creación en general y la vida humana en particular deben ser alimentadas, protegidas y apreciadas.
“Así, la fe, esperanza, y el amor permanecen para siempre, pero de las tres la más grande es el amor, la caridad” (1 Cor, 13,13). Así termina el himno al amor de la Carta a los Corintios. El amor supera todo.
“El Señor me lo dio y el Señor me lo quitó, bendito sea su nombre” (Job 1, 21). El santo Job, a pesar de todas las desgracias que le cayeron encima, afirma su fe en la Providencia.
“Pedid y recibiréis, buscad y encontraréis, tocad y se os abrirá” (Mt 7,7), subraya el poder de la oración. Como hijos predilectos del Señor, nos volvemos a Él pidiendo lo que necesitamos y confiando en que Él nos dará todas las cosas. Esta es la colección del “Sunday Visitor”, por supuesto que nosotros podemos escoger la que Dios inspire.
Sacerdote jesuita.
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