El castigo ejemplar
- Sebastián Vásquez (opinion@epasa.com)
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En un programa de aquella antigua serie televisiva, "La dimensión desconocida", se cuenta sobre la imposición de una futura pena de desprecio social, donde el ...
En un programa de aquella antigua serie televisiva, "La dimensión desconocida", se cuenta sobre la imposición de una futura pena de desprecio social, donde el ...
En un programa de aquella antigua serie televisiva, "La dimensión desconocida", se cuenta sobre la imposición de una futura pena de desprecio social, donde el imputado es sentenciado a ser libre, pero totalmente ignorado por la sociedad. El condenado no solo es liberado, sino que tiene la libertad de entrar a cualquier sitio público y tomar lo que le plazca, pero nadie le presta atención. El individuo podría entrar a un restaurante y comer lo que quiera, entrar a un almacén y tomar lo que quiera, subirse a un vehículo de transporte para dirigirse a donde quiera y todo el mundo actúa como si no existiese. Desde luego, el sentenciado no puede entrar a ningún lugar privado ni cometer ninguna falta, lo que conllevaría a ser enviado a la cárcel. Igualmente, todo aquel que le dirija la palabra sería severamente castigado. Según el programa, la ciudad estaba totalmente vigilada por cámaras para garantizar el cumplimiento de la sentencia. El convicto, inicialmente contento por todas las libertades, termina desesperado por la desatención de su prójimo.
En aquella famosa película, "Náufrago", Tom Hanks se encuentra atrapado por varios años en una aislada y remota isla del Pacífico. Los que vieron la película recordarán que Hanks, preso por la soledad, recurre a darle forma de rostro humano a una bola de básquetbol y la utiliza como compañero para conversar. Cuenta la película que el náufrago necesitaba tanto de ese compañero imaginario que casi pierde la vida tratando de recuperarlo en una tormenta.
Más recientemente, en la también famosa película "Soy leyenda", Will Smith se encuentra totalmente solo en el mundo, luego de una devastadora plaga que había acabado con la humanidad. Su única compañera era una perra. Cuenta la película que al morir su perra cae en desesperación por la soledad, a tal punto que al entrar a un almacén le habla a un maniquí y le exige que le responda.
Aunque los eventos antes mencionados son películas de ciencia-ficción, nadie puede negar lo importante que es para todos ese contacto humano, producto de que somos seres sociables. No obstante, esa condición sociable del ser humano se distorsiona en algunos y los lleva a una necesidad de tener notoriedad, que muchas veces se manifiesta con vanidad. La reciente captura de "El Chapo" Guzmán es un ejemplo de esa necesidad. Dicen los entendidos que el famoso narcotraficante fue recapturado por su sed de ser objeto de una película.
El aislamiento en una cárcel se practica en algunos lugares, pero ha sido abolido en otros, por el supuesto de que es un atentado a los derechos humanos, por considerarse que el reo necesita el contacto con sus semejantes. Sin embargo, al detenido no se le permite utilizar celulares, que nadie negará es una excelente forma de contacto con la sociedad. Esa supuesta necesidad social también se ha utilizado como excusa para darle al privado de libertad otras prebendas, como las relaciones conyugales.
...ESA CONDICIÓN SOCIABLE DEL SER HUMANO SE DISTORSIONA EN ALGUNOS Y LOS LLEVA A UNA NECESIDAD DE TENER NOTORIEDAD, QUE MUCHAS VECES SE MANIFIESTA CON VANIDAD. LA RECIENTE CAPTURA DE "EL CHAPO" GUZMÁN ES UN EJEMPLO DE ESA NECESIDAD.
Al reflexionar sobre este tema, afloró en mí una pregunta: ¿estamos en realidad dándole una verdadera lección a los que comenten una falta penal? Y la respuesta fue NO. Un privado de libertad no tiene mucho que perder si comete otra falta dentro de la cárcel. Es por ello que soy de la opinión que se debe reinstaurar el aislamiento total como castigo a ese tipo de falta.
Sabemos que el objetivo final de todo corrupto es la notoriedad y la vanidad, por lo que también soy de la opinión de que a todo aquel que sea declarado culpable por peculado no solo se le debe enviar a la cárcel, sino que se le debe restringir el contacto con el exterior. Ese sí sería un buen castigo para esos sinvergüenzas. En su lugar, los premian con casa por cárcel.
No tengo la menor duda de que si se limita el contacto interno y externo a un reo, no solo se reducirían los crímenes -el efecto sería similar a prohibir el uso de celulares-, sino que el convicto apreciaría mucho más su libertad y procuraría mantenerse dentro de la ley. Similarmente, si los medios dejasen de mencionar a "El Chapo" en los noticieros, eso le dolería más que la misma cárcel.
Químico industrial

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