Irak tras la ejecución de Saddam Hussein
Publicado 2006/12/31 00:00:00
Al conocer el veredicto de culpabilidad que cayó sobre su defendido y que la consecuencia sería la aplicación de la pena de muerte, la defensa de Saddam Hussein solicitó que el reo fuese llevado ante un pelotón de fusilamiento. Simbólicamente, este sería el castigo de un jefe militar derrotado por sus adversarios. Ser ejecutado así lo ensalzaría como líder de su nación y enviaría un mensaje confuso para las generaciones venideras.
El tribunal iraquí, aplicando la ley islámica, le impuso a Hussein la pena de morir en la horca, que es la pena máxima para un delincuente común. El cargo probado en juicio fue el aniquilamiento de 148 campesinos chiítas en una comunidad al norte de Bagdag, ocurrido el 5 de noviembre de 1982, luego de que Hussein fuese víctima de un atentado fallido.
Quedaron pendientes otras causas de genocidio que señalan como responsable al ex dictador de Irak. Se calcula que los asesinatos políticos cometidos bajo las órdenes de Hussein sumaron varios miles, desde su arribo al poder en 1979 hasta el 20 de marzo de 2003, cuando el ejército de Estados Unidos atacó Bagdag y ocupó físicamente el territorio iraquí.
Ahora le toca al pueblo iraquí pasar una página negra de su historia y dedicarse a la reconstrucción de la nación. Lamentablemente, ya se ha producido el primer acto terrorista de seguidores sunitas de la dictadura de Hussein contra una comunidad chiíta que festejaba la ejecución del ex dictador. Murieron 34 personas. La ambivalencia ante la dictadura de Hussein y la terminación violenta de su régimen, es la nube más espesa que gravita sobre el futuro de Irak.
El tribunal iraquí, aplicando la ley islámica, le impuso a Hussein la pena de morir en la horca, que es la pena máxima para un delincuente común. El cargo probado en juicio fue el aniquilamiento de 148 campesinos chiítas en una comunidad al norte de Bagdag, ocurrido el 5 de noviembre de 1982, luego de que Hussein fuese víctima de un atentado fallido.
Quedaron pendientes otras causas de genocidio que señalan como responsable al ex dictador de Irak. Se calcula que los asesinatos políticos cometidos bajo las órdenes de Hussein sumaron varios miles, desde su arribo al poder en 1979 hasta el 20 de marzo de 2003, cuando el ejército de Estados Unidos atacó Bagdag y ocupó físicamente el territorio iraquí.
Ahora le toca al pueblo iraquí pasar una página negra de su historia y dedicarse a la reconstrucción de la nación. Lamentablemente, ya se ha producido el primer acto terrorista de seguidores sunitas de la dictadura de Hussein contra una comunidad chiíta que festejaba la ejecución del ex dictador. Murieron 34 personas. La ambivalencia ante la dictadura de Hussein y la terminación violenta de su régimen, es la nube más espesa que gravita sobre el futuro de Irak.
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