opinion
La ciudad en el 2000
Marlene González - Publicado:
La ciudad de Panamá tiene todas las características geográficas para ocupar un lugar prominente en el panorama mundial.En nuestras manos está aprovechar esa ventaja y formular los planes y proyectos que más nos convenga.Estamos en un mundo dinámico que cambia rápidamente con el desarrollo de las ciencias, las tecnologías, nuevas políticas y estructuras económicas.La ciudad, inmersa en ese mundo tiene que adecuarse, tiene que competir, como lo hacen las empresas, los puertos, los canales, los sistemas de transporte y luchar por esa energía (dinero) que le proporciona la evolución económica y nuevas formas de desarrollo.La ciudad no puede quedarse atrás, debe estar al día y proyectarse hacia el futuro y de las actividades que en ella se desarrollen dependen recursos para otras en el resto del país.Después de todo, la ciudad es el lugar donde se trabaja, donde se vive, transita, se divierte, es la que invita al extranjero a visitarnos e invertir, crear trabajo y así elevar niveles de vida.La ciudad es un conglomerado humano, un complemento ineludible e indispensable para el desarrollo económico y social de toda la República, es un centro con cerebro que toma iniciativas y esparce energía, riqueza, al resto del país.La ciudad de Panamá es el primer y más importante motor del desarrollo nacional.Su importancia no tiene discusión.No nos explicamos entonces que no le demos la atención que necesita para mejorarla, hacerla atractiva y así mejorar su calidad de vida y su competitividad en la atracción de recursos.Nuestra pequeñez y subdesarrollo no deben ser factores limitantes, nuestro potencial humano y físico es grande, si sabemos aprovecharlo.Por su ubicación y actividades Panamá ha desarrollado un selecto grupo de empresarios y ejecutivos de vasta experiencia que se mueven en el dinámico mundo de las oportunidades económicas que debería ser consultado e integrado.Estamos en un mundo en competencia con aparentes ventajas en proyectos que hemos creído permanentes, o sea, actividades que podrían irse desvaneciendo ante un mundo globalizado y con otras estructuras.Tendremos que irnos ajustando con una dinámica sustitución de nuevos proyectos que sólo el conocimiento y la experiencia pueden hilvanar.El mundo cambia, avanza, pararnos es atrasarnos.Véase el Editorial de El Panamá América del domingo 25 de junio del 2000.Nos advierte y debemos actuar.Al entrar el 2000 se inicia un nuevo ciclo.La ciudad ha experimentado sus auges en sus ciclos ya tenemos la experiencia.¿Será cierto? Lo importante es, para la ciudad, su calidad de vida.Es la que mide la satisfacción del ciudadano al vivir en la ciudad.Es el beneficio intangible que se recibe del ambiente, de la forma cómo funcionan los servicios públicos, de las actividades que le dan vitalidad, de la seguridad que se experimenta, de la manera cómo opera la justicia, de sus arboledas, avenidas, calles, parques, plazas, monumentos, fuentes, teatros, cines, centros comerciales, museos, edificios públicos y privados.En otras palabras de la impresión que causa su estructura urbana y la conducta de sus ciudadanos.La ciudad pierde calidad de vida y competitividad cuando sus servicios públicos son deficientes, como lo es el transporte público con sus ruidos, escándalos y descargas negras de contaminantes de sus motores.Lo peor es que las autoridades, teniendo como ejemplos lo que se ha hecho en Curitiva (Brasil) y otras ciudades, no han hecho nada.¿Existe una gran diferencia y/o una gran incapacidad? También somos deficientes en la realización de proyectos urbanos de muy reciente construcción que afectan la calidad de vida en la ciudad.Ejemplos: si los residentes de San Francisco hubieran conocido de antemano el "enredo" de vías y murallas que se construyeron frente a ATLAPA que los priva de vista al mar, de un parque y que deprecia sus propiedades y su potencial, probablemente se hubieran movilizado, encadenado, y nunca se hubiera construido.Lo mismo en relación a la transformación de las tierras del Aeropuerto de Paitilla que hoy deberían ser un gran parque municipal.También existe una gran cantinflada en Balboa, entre el aeropuerto, Diablo, los muelles, las vías terrestres, las de ferrocarril, el Corredor Norte y la estación del Ferrocarril.Allí no se consultó a ningún arquitecto o urbanista.En todos estos casos no ha habido ninguna consideración para con el ciudadano y su calidad de vida.Aparentemente no existe ninguna planificación urbana o control.Sin embargo algo positivo sí está ocurriendo.Actualmente la Sociedad Panameña de Ingenieros y