La Junta Directiva del Banco DISA
Publicado 2001/11/18 00:00:00
- Ginela C. Escala M./
En la página de Internet www.bdisa.com se establece que La Junta Directiva del Banco DISA. "está compuesta por prominentes hombres de negocio del país" y se mencionan los siguientes: Joaquin J. Vallarino Jr., presidente; Ricardo Lince E., vicepresidente; Nicolás Pelyhe, secretario; Eusebio A. Morales, sub-secretario; Haralambos Tzanetatos, tesorero; Luis H. Moreno III, director; Jorge Endara P., director; Fermín Tomás Chan, director; Rogelio Novey, director.
Sobre Joaquín J. Vallarino, el presidente de Banco DISA se puntualiza lo siguiente: "Realizó sus estudios universitarios en Darmouth College, New Hampshire, Estados Unidos de América. Actualmente, es director y presidente de Coca Cola de Panamá, Compañía Embotelladora, S.A.; director y presidente de Cervecerías Barú-Panamá, S.A.; miembro activo del Comité Internacional de la CICYP-Panamá; es miembro fundador de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa y fue miembro de la Junta Directiva de la Comisión del Canal de Panamá de 1990 a 1994."
Respecto al Sr. Jorge Endara, se destaca que "el señor Endara, es presidente de la Junta Directiva de Vidrios Panameños, S. A., la única fábrica de vidrios en Panamá. También es director de Cervecería Barú-Panamá, S. A. y Coca Cola de Panamá, Cía. Embotelladora, S. A. Fue socio fundador, presidente y gerente general de Industrias Panama-Boston, S.A. hasta 1998. El Sr. Endara fue el Director General de la Caja de Seguro Social desde enero 1990 hasta 1994."
Con relación al Sr. Haralambos Tzanetatos se recalca que "nació en la ciudad de Cefalonia, Grecia; llegó a Panamá en el año 1950, y en el año 1960 fundó y preside H. Tzanetatos, Inc., la cual es la principal de un grupo de empresas dedicadas a la importación, fabricación y distribución de productos alimenticios y mercancía seca, desarrollo de bienes raíces y actividades financieras. También es presidente de IDS Holding Corp., que opera dos tiendas bajo franquicia de Sears Roebuck en Panamá. Desde 1978, ejerce el cargo de Cónsul General Ad-Honorem de Grecia en Panamá. Actualmente es presidente de todas las empresas que constituyen el Grupo Tzanetatos."
Ciertamente resulta portentosa la rutilante Junta Directiva del Banco DISA, recientemente intervenido por la Superintendencia de Bancos. Lo que muchos no podemos explicarnos es cómo ha sido posible que este banco, con tan prodigiosa Junta Directiva, tenga un final tan indigno e ignominioso. Parece que no todo lo que brilla es oro.
¿Por qué la intervención de la Superintendencia de Bancos? Las interioridades las desconocemos a ciencia cierta, aunque parece ser que existen fuertes diferencias entre los directores por razón de inversiones personales efectuadas a través del banco. Se habla de que unos directores indujeron a otro a hacer una mala inversión y luego éste ha reaccionado con la conocida acción cautelar de secuestro contra el banco. Lo cierto es que de acuerdo con la Resolución S.B. N° 70-2001 del primero de noviembre de 2001, la empresa consultora Marketing Projections, Inc, empresa asesora del Banco DISA, en nombre de la Superintendencia de Bancos, recomendó la intervención del Banco DISA por considerar que la acción cautelar de secuestro de Curacao Import Export, en contra de Banco DISA, hasta por la suma de 11 millones de dólares, ha provocado riesgos financieros, operacionales y de reputación y no puede proseguir sus operaciones sin que corran peligro los intereses de los depositantes y demás acreedores del Banco.
De acuerdo con lo que ha trascendido en los medios, el representante legal de la sociedad Curacao Import Export es nada menos que el Sr. Haralambos Tzanetatos, también tesorero de Banco DISA, (www.bdisa.com/Junta_Directiva.htm). Es la primera vez que hemos conocido una situación semejante. Nunca había visto a un director o dignatario ir contra los intereses de la empresa que administra llevándola intencionalmente a la quiebra, porque nadie mejor que el Tesorero de una sociedad para saber el alcance de una medida de esta índole. Siempre hemos entendido que los directores y dignatarios de una empresa deben actuar en virtud del mandato que les proporciona la sociedad para que administren los negocios con fines lucrativos y producción de ganancias, más no para que la conduzcan deliberadamente a la ruina o quiebra.
Si es cierto que el Tesorero del Banco DISA aplicó medida cautelar de secuestro contra el banco hasta por la cantidad de 11 millones de dólares, provocando en la empresa riesgos financieros, operacionales y de reputación, entonces estamos en presencia del caso típico de los directores que hacen un mal desempeño del mandato, de la violación de las leyes, estatutos o acuerdos de la asamblea general y debe alcanzarle personalmente responsabilidad por el desempeño del encargo recibido para con la sociedad y frente a terceros. Por otro lado, el Artículo 588 del Código de Comercio dice textualmente que "El mandatario que no cumpla el mandato de conformidad con las instrucciones recibidas y a falta de éstas o insuficiencia de las mismas, con arreglo a los usos del comercio, responderá de los daños y perjuicios".
La medida cautelar de secuestro adoptada por el Tesorero del Banco DISA no está dentro de las facultades expresas que la ley le confiere a la Junta Directiva de una empresa y menos a los dignatarios de ella. Esta actitud es contraria al sentido asociativo que se da en las sociedades en general: la reunión de personas que ponen en común bienes y esfuerzos con una misma finalidad económica, haciendo todos frente a los riesgos y beneficiados todos con las ganancias.
Lo cierto es que como resultado de esta reyerta entre los portentosos dignatarios del Banco DISA la institución ha colapsado, lo que denota lo frágil que es el sistema bancario panameño. Depositantes, tenedores de bonos corporativos globales del banco y el resto de los acreedores han quedado ahora en una situación de total indefensión, pues la Superintendencia de Bancos muy poco o nada ha dicho amparándose en el secreto bancario.
Sobre Joaquín J. Vallarino, el presidente de Banco DISA se puntualiza lo siguiente: "Realizó sus estudios universitarios en Darmouth College, New Hampshire, Estados Unidos de América. Actualmente, es director y presidente de Coca Cola de Panamá, Compañía Embotelladora, S.A.; director y presidente de Cervecerías Barú-Panamá, S.A.; miembro activo del Comité Internacional de la CICYP-Panamá; es miembro fundador de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa y fue miembro de la Junta Directiva de la Comisión del Canal de Panamá de 1990 a 1994."
Respecto al Sr. Jorge Endara, se destaca que "el señor Endara, es presidente de la Junta Directiva de Vidrios Panameños, S. A., la única fábrica de vidrios en Panamá. También es director de Cervecería Barú-Panamá, S. A. y Coca Cola de Panamá, Cía. Embotelladora, S. A. Fue socio fundador, presidente y gerente general de Industrias Panama-Boston, S.A. hasta 1998. El Sr. Endara fue el Director General de la Caja de Seguro Social desde enero 1990 hasta 1994."
Con relación al Sr. Haralambos Tzanetatos se recalca que "nació en la ciudad de Cefalonia, Grecia; llegó a Panamá en el año 1950, y en el año 1960 fundó y preside H. Tzanetatos, Inc., la cual es la principal de un grupo de empresas dedicadas a la importación, fabricación y distribución de productos alimenticios y mercancía seca, desarrollo de bienes raíces y actividades financieras. También es presidente de IDS Holding Corp., que opera dos tiendas bajo franquicia de Sears Roebuck en Panamá. Desde 1978, ejerce el cargo de Cónsul General Ad-Honorem de Grecia en Panamá. Actualmente es presidente de todas las empresas que constituyen el Grupo Tzanetatos."
Ciertamente resulta portentosa la rutilante Junta Directiva del Banco DISA, recientemente intervenido por la Superintendencia de Bancos. Lo que muchos no podemos explicarnos es cómo ha sido posible que este banco, con tan prodigiosa Junta Directiva, tenga un final tan indigno e ignominioso. Parece que no todo lo que brilla es oro.
¿Por qué la intervención de la Superintendencia de Bancos? Las interioridades las desconocemos a ciencia cierta, aunque parece ser que existen fuertes diferencias entre los directores por razón de inversiones personales efectuadas a través del banco. Se habla de que unos directores indujeron a otro a hacer una mala inversión y luego éste ha reaccionado con la conocida acción cautelar de secuestro contra el banco. Lo cierto es que de acuerdo con la Resolución S.B. N° 70-2001 del primero de noviembre de 2001, la empresa consultora Marketing Projections, Inc, empresa asesora del Banco DISA, en nombre de la Superintendencia de Bancos, recomendó la intervención del Banco DISA por considerar que la acción cautelar de secuestro de Curacao Import Export, en contra de Banco DISA, hasta por la suma de 11 millones de dólares, ha provocado riesgos financieros, operacionales y de reputación y no puede proseguir sus operaciones sin que corran peligro los intereses de los depositantes y demás acreedores del Banco.
De acuerdo con lo que ha trascendido en los medios, el representante legal de la sociedad Curacao Import Export es nada menos que el Sr. Haralambos Tzanetatos, también tesorero de Banco DISA, (www.bdisa.com/Junta_Directiva.htm). Es la primera vez que hemos conocido una situación semejante. Nunca había visto a un director o dignatario ir contra los intereses de la empresa que administra llevándola intencionalmente a la quiebra, porque nadie mejor que el Tesorero de una sociedad para saber el alcance de una medida de esta índole. Siempre hemos entendido que los directores y dignatarios de una empresa deben actuar en virtud del mandato que les proporciona la sociedad para que administren los negocios con fines lucrativos y producción de ganancias, más no para que la conduzcan deliberadamente a la ruina o quiebra.
Si es cierto que el Tesorero del Banco DISA aplicó medida cautelar de secuestro contra el banco hasta por la cantidad de 11 millones de dólares, provocando en la empresa riesgos financieros, operacionales y de reputación, entonces estamos en presencia del caso típico de los directores que hacen un mal desempeño del mandato, de la violación de las leyes, estatutos o acuerdos de la asamblea general y debe alcanzarle personalmente responsabilidad por el desempeño del encargo recibido para con la sociedad y frente a terceros. Por otro lado, el Artículo 588 del Código de Comercio dice textualmente que "El mandatario que no cumpla el mandato de conformidad con las instrucciones recibidas y a falta de éstas o insuficiencia de las mismas, con arreglo a los usos del comercio, responderá de los daños y perjuicios".
La medida cautelar de secuestro adoptada por el Tesorero del Banco DISA no está dentro de las facultades expresas que la ley le confiere a la Junta Directiva de una empresa y menos a los dignatarios de ella. Esta actitud es contraria al sentido asociativo que se da en las sociedades en general: la reunión de personas que ponen en común bienes y esfuerzos con una misma finalidad económica, haciendo todos frente a los riesgos y beneficiados todos con las ganancias.
Lo cierto es que como resultado de esta reyerta entre los portentosos dignatarios del Banco DISA la institución ha colapsado, lo que denota lo frágil que es el sistema bancario panameño. Depositantes, tenedores de bonos corporativos globales del banco y el resto de los acreedores han quedado ahora en una situación de total indefensión, pues la Superintendencia de Bancos muy poco o nada ha dicho amparándose en el secreto bancario.

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