Liderazgo humanizado: impacto positivo para las empresas

En la actualidad las empresas se enfrentan a continuos cambios en los mercados debido a la aparición de nuevas tecnologías que dinamizan y transforman los procesos empresariales.

Esto ha traído como consecuencia que el liderazgo empresarial se convierta en un tema de relevancia a nivel global, gracias a la influencia que los líderes generan para el desarrollo de los negocios.

La maquinaria que existe tras la evolución de una empresa es tan compleja que solo funciona si está orientada por líderes con la capacidad de transformarse a ellos mismos y al equipo humano que guían, convirtiéndose en los principales impulsores para que la empresa camine hacia la mejora continua, a su crecimiento y hacia una proyección con futuro.

El informe "New Times, New Rules: 10 desafíos para tiempos impredecibles" elaborado por LLYC resalta precisamente la importancia de desarrollar a los líderes para que hagan evolucionar a la organización. Según destaca el estudio, este resulta ser un asunto que ha cobrado vital importancia en los últimos años. Para poner en contexto, sólo en los medios de comunicación, en 2022 el protagonismo del tema del liderazgo creció un 56% en comparación con 2019.

Esto deja en evidencia la consolidación de lo que ha sido tendencia por varios años: los nuevos modelos de liderazgo basados en la escucha, que comunican con el alma y que empoderan a los equipos son los únicos aptos para afrontar las necesidades más exigentes del futuro.

Y, es que, frente a todos estos retos empresariales, ya no se puede contar con el mismo tipo de liderazgo en los entornos laborales. Se necesita de guías que generen una cultura corporativa de humanización del trabajo, que logren inspirar y que se doten de un conjunto de habilidades y atributos como la autenticidad, la ejemplaridad, la agilidad y la transparencia, entre otros más, para generar una conexión verdadera con los equipos.

La forma en cómo podemos alcanzar este desarrollo del liderazgo en la empresa es apostando por la formación ejecutiva, que sea personalizada e integral, que huya de metodologías confusas y que apueste por impulsar a los líderes al siguiente nivel.

En la medida que impulsemos las habilidades de nuestros líderes, no solo lograremos ayudar al crecimiento fluido y sostenible de la compañía, sino también a inspirar a los equipos de trabajo, forjar futuros líderes y mejorar las aptitudes comunicativas de las personas.

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