Malthus hoy
Publicado 1999/11/20 00:00:00
En su "Ensayo sobre el Principio de la Población" (escrito en 1798) el economista británico Thomas Malthus (1766-1834) predijo que miseria y hambre eran inevitables, ya que la población aumentaría más rápido que el incremento en la disponibilidad de comida. Doscientos años más tarde, las postulaciones de Malthus siguen vigentes a pesar de que, a simple vista, parecen haber sido desacreditadas por la historia.
Entre las principales conclusiones de Malthus están que la población aumenta geométricamente, doblándose cada veinticinco años, y que la producción de alimentos crece tan sólo aritméticamente. Los únicos controles al crecimiento de la población que reconoció dicho economista fueron las guerras, enfermedades y el hambre, añadiendo posteriormente la abstención.
Pero estos controles y cambios culturales y la disponibilidad de mecanismos adicionales para el control de la natalidad han causado que la población deje de crecer a las tasas conocidas por Malthus e innovaciones tecnológicas han permitido que este planeta Tierra produzca suficiente comida para alimentar a los más de seis mil millones de habitantes. Todavía existe hambre en el mundo (una de cada seis personas se acuesta a dormir cada día sin satisfacer sus necesidades esenciales de nutrición), pero no por escasez, sino por deficiencias en la distribución de la riqueza, incluyendo la comida.
Habida cuenta de lo anterior, algunos han propuesto desechar lo que nos dejó Malthus. Sin embargo, ellos no han tomado en cuenta que el crecimiento en la población durante los últimos cincuenta años (sin precedentes en la historia) y las presiones sobre el medio ambiente podrían, inevitablemente, avalar a Malthus.
Además, a medida que la población crece, también aumenta la afluencia de los pudientes. En vez de consumir lo básico y necesario, muchos consumen en exceso. Por otro lado, los aumentos en la productividad agrícola son a su vez el producto de mejor uso del agua y de la irrigación (además de la introducción de fertilizantes). A medida que la población crece, las fuentes tradicionales de agua se ven seriamente afectadas por la deforestación y la erosión.
Así como los escritos de Malthus fueron determinantes para las investigaciones y conclusiones de personas como Charles Darwin, cuya obra "Del origen de las especies por medio de la selección natural" revolucionó la ciencia, éstos deben continuar siendo fuente de inspiración para seguir sopesando el futuro que hoy labramos.
Entre las principales conclusiones de Malthus están que la población aumenta geométricamente, doblándose cada veinticinco años, y que la producción de alimentos crece tan sólo aritméticamente. Los únicos controles al crecimiento de la población que reconoció dicho economista fueron las guerras, enfermedades y el hambre, añadiendo posteriormente la abstención.
Pero estos controles y cambios culturales y la disponibilidad de mecanismos adicionales para el control de la natalidad han causado que la población deje de crecer a las tasas conocidas por Malthus e innovaciones tecnológicas han permitido que este planeta Tierra produzca suficiente comida para alimentar a los más de seis mil millones de habitantes. Todavía existe hambre en el mundo (una de cada seis personas se acuesta a dormir cada día sin satisfacer sus necesidades esenciales de nutrición), pero no por escasez, sino por deficiencias en la distribución de la riqueza, incluyendo la comida.
Habida cuenta de lo anterior, algunos han propuesto desechar lo que nos dejó Malthus. Sin embargo, ellos no han tomado en cuenta que el crecimiento en la población durante los últimos cincuenta años (sin precedentes en la historia) y las presiones sobre el medio ambiente podrían, inevitablemente, avalar a Malthus.
Además, a medida que la población crece, también aumenta la afluencia de los pudientes. En vez de consumir lo básico y necesario, muchos consumen en exceso. Por otro lado, los aumentos en la productividad agrícola son a su vez el producto de mejor uso del agua y de la irrigación (además de la introducción de fertilizantes). A medida que la población crece, las fuentes tradicionales de agua se ven seriamente afectadas por la deforestación y la erosión.
Así como los escritos de Malthus fueron determinantes para las investigaciones y conclusiones de personas como Charles Darwin, cuya obra "Del origen de las especies por medio de la selección natural" revolucionó la ciencia, éstos deben continuar siendo fuente de inspiración para seguir sopesando el futuro que hoy labramos.

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