Panamá
Sobre la asimilación de los partidos políticos a los nuevos tiempos
Tal vez, para los que hemos vivido estos dos mundos, este lapso de los cambios de las generaciones de papel a las generaciones informáticas, podremos acoger más fácilmente el ritmo acelerado de hoy, no tanto para guiar, sino para hacer un compromiso de asimilación, para desaprender lo que hemos aprendido mal y humildemente conformarnos como parte de la nueva fibra del tejido de los tiempos.
- Arnulfo Arias
- /
- [email protected]
- - Publicado: 11/1/2022 - 12:00 am
Los partidos políticos, como reflejo de la sociedad entera, deberán también seguir el paso de los tiempos. Las mismas ideas básicas se pueden mantener inalteradas, pero la forma de interpretarlas y aplicarlas a la realidad actual se deberá dinamizar, para no quedarse rezagados en el tiempo, como barcos de vela quedaron atrás en la carrera con la maquinaria de vapor y como esta última quedó distante luego que motor de combustión la fuera reemplazando, hasta dejarla como pieza de museo. Todo colectivo es una creación del intelecto humano y, como tal, debe liberarse de los dogmatismos que resisten a los cambios, hasta el punto de que resquebrajan. No sé si debido a la amplitud de los criterios, al acceso casi ilimitado de la información, estamos siendo ya testigos del principio de los fines de los colectivos políticos, pero mientras eso pase, deben adecuarse a la nueva edad de la tecnología electrónica, que cambia con más celeridad que la propia imaginación de sus creadores.
No podemos quedarnos rezagados en el tiempo como sociedad. El mundo gira hoy más rápido, el conocimiento global es necesario y casi indispensable para mantenerse al ritmo de todos los avances de la humanidad. Que sean los colectivos los lugares donde se congregan los pensantes, los que rinden culto a la nueva autonomía del pensamiento, los que se preocupan diariamente por el futuro de generaciones que no han llegado aún. Tal vez ese sea el nuevo llamado. Como toda institución, se debe hacer apego a los principios básicos, pero sin que estos sean unas cadenas que impiden ese giro natural de maquinarias de progreso. Ya el discurso que es vacío se convierte sólo en eso; ya las mentiras dejaron el camino a las verdades evidentes que todos pueden accesar con un simple botón. Tal vez, para los que hemos vivido estos dos mundos, este lapso de los cambios de las generaciones de papel a las generaciones informáticas, podremos acoger más fácilmente el ritmo acelerado de hoy, no tanto para guiar, sino para hacer un compromiso de asimilación, para desaprender lo que hemos aprendido mal y humildemente conformarnos como parte de la nueva fibra del tejido de los tiempos.
No podemos dejar que ese pasado pernicioso de los colectivos políticos, en los que se busca deformar y no formar al individuo, siga haciéndose maleza en ese campo nuevo, fértil y trabajado de hoy en día. No podemos permitir que prácticas que perniciosas prácticas que fueron aceptables dentro de un pasado muy cercano se filtren sutilmente como un virus en la visión actual de la política. Al igual que muchos, estoy también dispuesto a asimilar los nuevos tiempos, sin la resistencia usual que oponen las generaciones rezagadas que buscan ser candados de cerrojo en vez de vías para facilitar el cambio y el progreso.
Ciertamente nos resultará difícil, y hasta puede ser un reto franco, aprender ese lenguaje que hoy en día despliega nuestra juventud, ese resumen en la forma de escribir, esa brevedad en el saludo por las redes, y esa distancia natural que nos presentan artefactos nuevos de la tecnología; pero son los nuevos tiempos, es la nueva forma de comunicarse. La resistencia se convertirá al fin como represa que será sobrepasada en su nivel, sin forma alguna de hacer la contención que se pretende inútilmente.
No se puede romper con el pasado, porque un largo cordón umbilical nos lleva incluso a las cavernas mismas de nuestros antepasados, desplegando a diario esas conductas que nos hacen vernos más como las bestias y animales de los cuales inevitablemente descendemos todos, pero si se puede hacer la práctica de la asimilación y de los aprendizajes que no son inflexibles, sino que están anuentes a empujar los horizontes. Tal vez ese sea el llamado actual de los partidos políticos de hoy en nuestra sociedad.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.