Bloques, arena y cemento desplazan casas de quincha
- Zenaida Vásquez ( [email protected])
Una disminución considerable se ha dado en la construcción de casas de quincha en la provincia de Los Santos debido a transformaciones en los patrones culturales y estéticos de las nuevas generaciones y, con ello, también han ido desapareciendo las juntas de embarra.






Una disminución considerable se ha dado en la construcción de casas de quincha en la provincia de Los Santos debido a transformaciones en los patrones culturales y estéticos de las nuevas generaciones y, con ello, también han ido desapareciendo las juntas de embarra.
Niños también ayudan en la faena
- En estas juntas participan todo tipo de personas, mayores, jóvenes, niños y muchas mujeres que se dedicaban a cocinar y otras a repartir la comida y la chicha (refresco) a los que trabajaban en la actividad.
- La chicha de junta se elabora con maíz viejo, tostado, cocinado y molido, más jengibre, pepitas de malagueta y endulzada con miel. Cuando la casa de quincha ya es habitada, uno de los placeres que gozan los propietarios es lo frescas que son.
Una disminución considerable se ha dado en la construcción de casas de quincha en la provincia de Los Santos debido a transformaciones en los patrones culturales y estéticos de las nuevas generaciones y, con ello, también han ido desapareciendo las juntas de embarra.
En sitios rurales de Guararé, Macaracas y La Villa de Los Santos todavía hay este tipo de construcción, sin embargo, su desaparición es cada vez más notoria, mientras que la edificación de nuevas estructuras se hace esporádicamente.
El último periodo reluciente de las casas de quincha se registró entre 1975 y 1985 hasta cuando se conservaba la tradición de llevar a las casas el llamado “clavo amarrado con cinta”, que significaba que la persona era padrino o madrina de la nueva vivienda de quincha y para ello, se entregaba una botella de licor y bolsas repletas de confites.
Nuevos materiales
Víctor Soriano, guarareño, quien actualmente habita en una casa hecha de quincha, sostiene que se han dejado de construir las casas de quincha por la llegada de nuevos materiales para la construcción.
Igualmente, consideró que la pérdida de la tradición obedece a que poco a poco las nuevas generaciones empezaron a estudiar, trabajan en empresas y ya no tienen el tiempo que le dedicaban sus antepasados a todo ese proceso de hacer una casa de quincha.
Soriano señaló, por ejemplo, que la madera usada se sacaba en cuarto menguante, con la marea seca y se dejaba con las hojas por ocho días para luego curtirla, ya que estas maderas se trabajaban para que durara por muchos años.
Pero ¿cómo surge la junta de embarra?, según las investigaciones del sociólogo azuerense Milciades Pinzón, la junta mantiene elementos autóctonos y otros añadidos con la llegada de los españoles y del negro colonial.
Según Pinzón, la dispersión rural, tan característica de la fase de la colonización, hace que la junta se dé por la integración de tres grupos humanos: españoles, negros e indígenas.
La época más notoria fue entre los años de 1900 y 1980, por ello existen en la actualidad casas centenarias que dan testimonio de aquella época.
Orlando Osorio, también de Guararé, explicó que la madera para enjaular la casa (darle la forma) era con cañaza, amarrada con un bejuco especial que se conseguía en el monte.
Según Osorio, la madera que se usaba para el techo dependía de la condición económica de la persona, ya que si era humilde, utilizaban madera de madroño, pero si la persona contaba con un poquito de más dinero, utilizaba madera de cedro o cualquiera otra que fuera más dura y resistente.
Hacer la casa de quincha encerraba tres procesos: conseguir los materiales primero, luego hacer enjauleo forma de la casa con la madera y el día de la junta para embarrarla con ayuda de todos los participantes, en su mayoría voluntarios.
El proceso era a su vez una fiesta para el pueblo, pues mucha gente se unía para ayudar a construir la casa y para ello mataban una res, para el alimento de los jornaleros.
Señala Soriano que estas personas tenían que tener fuerza en sus piernas para pisar y mezclar el barro y luego cortarlo con los pies, para que las personas lo llevaran hasta la casa y así poco a poco ir embarrando.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.