Menor embarazada por su padre relata su historia
Publicado 2002/06/04 23:00:00
- Elena Valdez
"Mi papá abusó de mí en tres ocasiones y amenazó con matarme si decía algo", confesó una menor de 13 años, al relatar la forma como su padre de 42 años la violó y logró embarazarla, siendo éste uno de los cuatro casos de incesto que investiga el Ministerio Público en el distrito de Capira. El Panamá América viajó al área para conocer el relato desgarrador de la menor, sin embargo, se omitirán los nombres por razones obvias.
La joven, en cuyo rostro se refleja el desconcierto, manifestó que en una ocasión su padre le solicitó que lo esperara en un lugar conocido como el Cruce de Aguacate, en el corregimiento de El Cacao, donde él llegó alrededor de las 10:00 de la noche, pero luego de caminar por unos minutos regresaron al punto de partida, con la excusa de que había extraviado su billetera.
Fue entonces cuando su padre la forzó a tener relaciones sexuales, luego "me dijo que montara el caballo y me fuera a la casa y me dijo que si hablaba o le contaba algo a mis hermanos o mi madre me mataría". Al quedar embarazada la amenazó, cuenta la chica acongojada, y recuerda "si hablaba me mandaría pa" el monte".
Las otras ocasiones en que abusó de ella fue valiéndose de engaños y bajo amenaza, por lo que no valió que le recordara "que era mi padre, ni los golpes que le daba para defenderme".
La denuncia a las autoridades sobre este caso fue motivada por una de las hermanas de la menor, ante el temor de que pudiera repetirse con alguna de las otras cuatro hermanas.
Valió más el instinto que el amor de padre. Y es que la menor ostenta un promedio de 46.9 lo que le daba derecho a una beca, pero la perdió por las circunstancias.
"Donde yo vivo conozco de otras muchachas que atraviesan el mismo problema, pero ellas prefieren quedarse calladitas por que las amenazan", señaló la joven, quien a pesar de lo sucedido, aún irradia la inocencia propia de su corta edad. La familia de la chica está conformada por otras hermanas entre las edades de 20,17,15,13,8 y 6 años, además de tres hermanos varones.
Su padre, al igual que el resto de la población, se dedicaba a las actividades agrícolas, siendo el único sustento del hogar. La familia reside en la comunidad de El Chileno y por algún tiempo en El Cacao.
Para la madre, la situación ha sido un "golpe muy duro", sobre todo por que se enteró muy tarde, cuando la hija mayor ejerció presión sobre la pequeña para que lo denunciara. "Es un trauma que aún me tiene mal y no me explico como él pudo hacer esa canallada", reconoció encolerizada. "Lo peor es que el comportamiento de mi esposo durante ese tiempo fue normal. El atendía sus responsabilidades del hogar siempre", arguyó. Descartó que lo mismo hubiera sucedido con el resto de las hijas, ya que ella misma las interrogó.
La señora negó que haya abandonado a su hija y aseguró que las razones por las que ésta se mudo a casa de la hermana mayor fuera por seguridad. Sin embargo, informó que luego surgieron desavenencias entre ambas, por lo cual la menor acudió en busca de ayuda al alcalde de Capira, Pedro Saturno. Agrega que su deber es ahora con su hija y la bebé de seis meses, siendo consiente que la menor aún no tiene la edad suficiente y la madurez para asumir la responsabilidad de madre.
Sobre el arresto de su esposo, dijo que se registró cuando regresaba a casa luego trabajado en el campo. Añade que ahora tendrá que ejercer la tarea de madre y padre, estando obligada a trabajar el campo en compañía de uno de sus hijos, lo que agrava la situación económica de la familia.
"Deben aplicarle la ley con severidad, además mi esposo deberá rendir cuentas a Dios de su actuación", manifestó. Dijo además que las madres deben tener mayor cuidado con sus hijas, aunque reconoció que por su cabeza nunca pasó que su propio marido "fuera el abusador de su propia hija".
"Lo sucedido es una vergüenza para mi familia, ya que se puede pensar que es la clase de educación que se imparte en el hogar, lo que es falso", aclaró, mientras sostenía en brazo a su nieta, producto de la atrocidad del hombre en quien confiaba.
La joven, en cuyo rostro se refleja el desconcierto, manifestó que en una ocasión su padre le solicitó que lo esperara en un lugar conocido como el Cruce de Aguacate, en el corregimiento de El Cacao, donde él llegó alrededor de las 10:00 de la noche, pero luego de caminar por unos minutos regresaron al punto de partida, con la excusa de que había extraviado su billetera.
Fue entonces cuando su padre la forzó a tener relaciones sexuales, luego "me dijo que montara el caballo y me fuera a la casa y me dijo que si hablaba o le contaba algo a mis hermanos o mi madre me mataría". Al quedar embarazada la amenazó, cuenta la chica acongojada, y recuerda "si hablaba me mandaría pa" el monte".
Las otras ocasiones en que abusó de ella fue valiéndose de engaños y bajo amenaza, por lo que no valió que le recordara "que era mi padre, ni los golpes que le daba para defenderme".
La denuncia a las autoridades sobre este caso fue motivada por una de las hermanas de la menor, ante el temor de que pudiera repetirse con alguna de las otras cuatro hermanas.
Valió más el instinto que el amor de padre. Y es que la menor ostenta un promedio de 46.9 lo que le daba derecho a una beca, pero la perdió por las circunstancias.
"Donde yo vivo conozco de otras muchachas que atraviesan el mismo problema, pero ellas prefieren quedarse calladitas por que las amenazan", señaló la joven, quien a pesar de lo sucedido, aún irradia la inocencia propia de su corta edad. La familia de la chica está conformada por otras hermanas entre las edades de 20,17,15,13,8 y 6 años, además de tres hermanos varones.
Su padre, al igual que el resto de la población, se dedicaba a las actividades agrícolas, siendo el único sustento del hogar. La familia reside en la comunidad de El Chileno y por algún tiempo en El Cacao.
Para la madre, la situación ha sido un "golpe muy duro", sobre todo por que se enteró muy tarde, cuando la hija mayor ejerció presión sobre la pequeña para que lo denunciara. "Es un trauma que aún me tiene mal y no me explico como él pudo hacer esa canallada", reconoció encolerizada. "Lo peor es que el comportamiento de mi esposo durante ese tiempo fue normal. El atendía sus responsabilidades del hogar siempre", arguyó. Descartó que lo mismo hubiera sucedido con el resto de las hijas, ya que ella misma las interrogó.
La señora negó que haya abandonado a su hija y aseguró que las razones por las que ésta se mudo a casa de la hermana mayor fuera por seguridad. Sin embargo, informó que luego surgieron desavenencias entre ambas, por lo cual la menor acudió en busca de ayuda al alcalde de Capira, Pedro Saturno. Agrega que su deber es ahora con su hija y la bebé de seis meses, siendo consiente que la menor aún no tiene la edad suficiente y la madurez para asumir la responsabilidad de madre.
Sobre el arresto de su esposo, dijo que se registró cuando regresaba a casa luego trabajado en el campo. Añade que ahora tendrá que ejercer la tarea de madre y padre, estando obligada a trabajar el campo en compañía de uno de sus hijos, lo que agrava la situación económica de la familia.
"Deben aplicarle la ley con severidad, además mi esposo deberá rendir cuentas a Dios de su actuación", manifestó. Dijo además que las madres deben tener mayor cuidado con sus hijas, aunque reconoció que por su cabeza nunca pasó que su propio marido "fuera el abusador de su propia hija".
"Lo sucedido es una vergüenza para mi familia, ya que se puede pensar que es la clase de educación que se imparte en el hogar, lo que es falso", aclaró, mientras sostenía en brazo a su nieta, producto de la atrocidad del hombre en quien confiaba.
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