Autos incendiados y área de operación al este: Últimos homicidios seguirían un patrón delictivo según excomisionado
El excomisionado Icaza advierte que se han dado varios eventos de violencia de la misma manera.
El último hecho violento se reportó en Pedregal, el sábado.
Los homicidios ocurridos en los últimos días en Panamá tienen en alerta a la ciudadanía, sobre todo por la forma en la que han ocurrido.
De los cuerpos encontrados, dos de ellos aparecieron envueltos en plásticos y fueron abandonados en las inmediaciones de iglesias. Otro se ubicó en medio de herbazales en Don Bosco y a un cuarto le prendieron fuego junto a su vehículo.
El excomisionado Carlos Icaza advierte que se han registrado patrones en estos hechos, lo que indicaría que podrían responder a un mismo proceso delictivo.
"No descarto que fuera hasta una situación en serie, que puede darse porque se han dado varios eventos de la misma manera. Fíjate, siempre en medio o alrededor de una iglesia, al área este de la ciudad, casi el mismo perfil de las personas, autos incendiados. Estas cosas se dan un tanto parecidas unas con otras", dijo Icaza en entrevista con Hispania Informa.
Icaza también advirtió que otras de las similitudes incluyen la forma de captación, los horarios en los que ocurren, método de interceptación y abandono de las víctimas.
Frente a este escenario, Icaza considera que es pertinente una intervención más firme en inteligencia e investigación.
El último hecho violento se dio la noche de este sábado, cuando en el sector conocido como Loma de Sapo se halló un auto, marca Toyota Corolla en llamas con un cuerpo adentro.
Todo apunta a que el incendio fue más que un accidente: un mensaje de fuego, una ejecución disfrazada de accidente.
No obstante, el supuesto fallecido tenía un prontuario. Fuentes cercanas al caso aseguran que el hombre estaba vinculado a una organización criminal conocida por su violencia y ajustes de cuentas.
En el caso de Esteban de Léon (25 años) su cuerpo fue abandonado en los terrenos de la parroquia Virgen del Carmen y el de Marichall Rodríguez (27 años) en la iglesia Medalla Milagrosa, ambos al este de la ciudad.
Mientras que el cadáver hallado en los herbazales del IPT Don Bosco era de Omar Javier Santos Kantule, un hombre de 25 años. Ninguno de los tres superaba los 30 años.