Defensor del Pueblo aboga por un diálogo y se ofrece de mediador
Eduardo Leblanc manifestó que el país no puede verse inmerso en protestas como las de 2022 y 2023, que afectaron la economía y perjudicaron a los estudiantes.
Eduardo Leblanc González, es Defensor del Pueblo desde 2020. Foto: Archivo
Otro funcionario del Estado que se sumó al llamado al diálogo ante las protestas que vive el país por parte de opositores a las reformas a la Caja de Seguridad Social (CSS) es el Defensor del Pueblo, Eduardo Leblanc González.
Se ha propuesto como mediador, porque a su criterio es importante continuar las clases y que el país siga en movimiento.
“Es importante no perder trabajo, es importante no caer en los cierres que ocurrieron en 2022 y 2023”, dijo el Defensor.
Agregó que todavía hay citas médicas y cirugías que no se han recuperado.
Leblanc entiende que hay un descontento con respecto a ciertos temas, pero hay que sentarse a desarrollarlos y a ver las soluciones como país.
“Yo pondero positivamente el llamado a dialogar del señor Presidente; usualmente somos todos los que les pedimos a los gobiernos a abrir las puertas, esta vez se nos han abierto”, manifestó el Ombudsman.
Protestas
Como garante del respeto a los Derechos Humanos, la Defensoría del Pueblo ha observado el desarrollo de las protestas de las últimas semanas, de las cuales algunas han terminado en enfrentamiento con unidades antimotines de la Policía Nacional.
Leblanc dijo que en los seguimientos que le han dado, jueces de garantías y el mismo Ministerio Público han desestimado las causas y las han derivado a jueces de paz.
No obstante, le hizo un llamado al director de la Policía, Jaime Fernández, y al ministro de Seguridad, Frank Ábrego, para que no se judicialicen las protestas.
“Importante, el derecho a la protesta tiene que subsistir con el derecho a la educación, a la salud y al libre tránsito. Hay que buscar formas novedosas de protestas”, planteó.
Mencionó, por ejemplo, la forma en que protesta el movimiento Sal de las Redes.
Leblanc sugiere que se proteste en los momentos en que no hay trabajo, como están haciendo, en la actualidad, este movimiento social.
“No violenta el trabajo de las demás personas”, resaltó.
La insistencia del Defensor radica en el hecho de que el país no puede seguir perdiendo clases, pues en 2022 y 2023 fueron más de 50 días, así como las citas especializadas de salud.
La semana pasada, el Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) se ofreció como mediadora de un diálogo para conversar sobre los grandes problemas del país, como educación, empleo y desarrollo social.
Los empresarios pidieron a los sectores que hoy se manifiestan que depongan sus medidas de presión como son las paralizaciones de labores para poder sentarse a conversar.
Por otra parte, el presidente José Raúl Mulino invitó a conversar a Sal de las Redes, cuyos integrantes rechazaron el gesto, con un comunicado en el que indican que no puede haber diálogo posible cuando se ha decidido quebrantar el Estado de Derecho y poner en riesgo la soberanía nacional