Doctora Ajoortt Lezcano narra su experiencia: ¿Cuáles son los pacientes de COVID-19 más vulnerables que ha tratado?
Según la doctora hay un grupo de personas que enfrenta más riesgo al contagiarse de COVID-19 y su vulnerabilidad no solo depende de la edad que tenga.
Ajoortt Lezcano pide una mejor atención para los contagiados.
La doctora Ajoortt Lezcano compartió durante los primeros meses de la pandemia su experiencia atendiendo a pacientes de la COVID-19. Luego de esa entrevista un aluvión de mensajes, tanto positivos como negativos, la envolvió.
Tras procesar las secuelas de su intervención, la médica comenzó un movimiento en compañía de otros galenos, en el que aboga por una mejor atención primaria a cada contagiado de coronavirus.
Más de medio año ha transcurrido desde entonces y la profesional de la salud sigue luchando por sus ideales. Panamá América conversó con Lezcano, quien narra su travesía durante la crisis ocasionada por el SARS-CoV-2.
¿Cuál es su recomendación para los contagiados de COVID-19 y sus contactos?
Tener esa psicosis de que el virus está en todos lados es una película de terror. Ya se sabe cómo se contagia. Hay que perder el miedo, pero no el respeto al virus. Mientras viene una buena vacuna hay que mantener el uso de la mascarilla y el distanciamiento físico. Debo decir que en junio o julio, en uno de esos dos meses, se me transmitió el virus. Fue porque tuve que ir a una montaña a inyectar un paciente, cuando terminé de subir no me llegaba el aire. En esa desesperación me quité la mascarilla y la de abajo tenía más de 4 horas uso. Así fue como me contagié.
¿Qué debe mejorar con respecto a la atención de los positivos por coronavirus?
Tanto a nivel público como privado no se pueden centrar solo en el hisopado. El paciente tiene síntomas, dolor de cabeza, congestión, dolor en la garganta. El paciente se va con los mismos síntomas a esperar que le den una respuesta, me parece negligente hacer que un paciente que se siente mal, solo le hagan un hisopado. Hay que darles seguimiento y hacer el trabajo como se debe, porque por teléfono hay cosas que no se pueden monitorear
En su experiencia, ¿influye la edad en el comportamiento del virus entre los contagiados?
He atendido a todos los grupos etarios. La edad más chiquita, tres meses; la edad más grande, 99 años. No tiene nada que ver con la edad. He visto a personas de mucha edad mejorarse más rápido que personas de 20 o 30 años. Básicamente es el estilo de vida.
¿Hay algún denominador en común entre los pacientes que ha atendido?
¿Quiénes para mí sí son pacientes de riesgo? Los que trabajan pintando autos, los que trabajan pintando en general, con cemento, madera y mucho polvo y que uno usan las máscaras adecuadas. Por su trabajo los pulmones de ellos tienen una situación que tal vez la persona siente que respira normal y no va hacerse sus chequeos: una placa, espirometría de flujo, no acude al neumólogo y piensa que todo está bien. Entonces al momento que les da el coronavirus se desenmascara todo, cómo está la condición de los pulmones y muy tristemente he visto pacientes de este grupo que al cuarto día los intuban. A veces no sobreviven.
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¿Qué lecciones le ha dejado esta pandemia como ser humano y profesional de la salud?
Aquí es donde se ve la humanidad, he visto a vecinos que les llevan comida a los contagiados y otros que cierran ventanas, puertas y no quieren ni mirar. Familias respaldando y otras para nada. Traten siempre en lo que puedan de ayudar, todo es una ruleta y todos nos podemos contagiar. Al inicio nadie se atrevía a nada, cuando fui a atender las personas me dije que esto fue lo que estudié. Un electricista no piensa en si le pasa la corriente al ir a una planta eléctrica. La persona estudió esta carrera y tiene que hacer lo que estudió.
Al inicio cuando compartió su postura recibió muchas críticas, pero también apoyo. ¿Se imaginó que su intervención en esa entrevista tendría gran impacto?
La verdad, no. Pensé que al decir eso todo iba a cambiar, que ahora los demás médicos iban a atender así como yo lo estaba haciendo, porque así los doctores del hospital tendrían menos carga de pacientes. Creía que íbamos a avanzar más rápido. Luego de esa entrevista tuve conversaciones con médicos de México, Uruguay, Canadá y España. Me metieron en un grupo con 1.3 millones de médicos del mundo, que no estaban rigiéndose por el mismo parámetro, sino que estaban haciendo como yo. Dije bueno, aquí en Panamá somos poquitos, así que todos vamos a ir contra ese virus, vamos a apoyarnos a todos, fue lo que pensé.
El Minsa (Ministerio de Salud) ha advertido que estamos ante un repunte. ¿Cuál es su consejo para que la población no sea presa del miedo?
Mi recomendación es que dejen de poner tantos muertos, como si fuera una propaganda. Si es así, también se pueden poner todos los días los muertos por accidentes, cáncer, infarto. Si todos los días ponen que se murieron tantos por diabetes, los diabéticos dirán que pronto se morían. Hay que preparar la mente para enfrentar, no hacer que la gente en la mente esté para tener miedo y esconderse