Panamá
Escuela de Lluvia, una respuesta ante la escasez
El Ñajú se convirtió en la primera escuela de Panamá Norte en contar con un sistema de captación para aprovechar el agua de lluvia.
- Karol Elizabeth Lara
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- - Actualizado: 02/4/2023 - 04:23 pm
Meses atrás, cuando el agua escaseaba y los camiones cisternas eran la única alternativa, la comunidad educativa de El Ñajú, en Chilibre, experimentaba jornadas intermitentes de clases.
Su situación era como la que viven decenas de escuelas a lo largo del país a causa de la falta de agua. No obstante, El Ñajú ya no forma parte de este listado.
El centro educativo es el primero de Panamá Norte en implementar la cosecha de agua, con lo que el recurso dejó de ser un problema y el lugar pasó a convertirse en una "Escuela de Lluvia".
En Chilibre, la precipitación pluvial es de 3500 a 2000 milímetros aproximadamente, lo que permite un gran aprovechamiento.
"La frecuencia de agua no era buena. Este proyecto es muy valioso para la comunidad educativa", dijo Ana Paula Pérez, directora de la escuela, a Panamá América.
El sistema de captación de agua beneficiará a 406 personas del plantel. Uno de los puntos clave para que se implementara fue cambiar el deteriorado techo, que es el primer elemento que entra en contacto con el agua de lluvia.
Una vez funcional, tanto estudiantes como docentes juegan un rol protagónico, debido a que son los encargados de hacerlo sostenible. Para ello, está en marcha "Guardianes de la Lluvia", un programa en el que los jóvenes exploran y reflexionan sobre la problemática del agua.'
400
personas en El Ñajú se beneficiarán de este programa de agua potable.
15,000
litros es la capacidad de almacenamiento de este sistema de captación de agua de lluvia.
"Escuela de Lluvia cumple un rol muy importante en el área pedagógica de los estudiantes porque tendre mos mucho aprendizaje, entre ello reconocer la importancia de almacenar agua", agregó Pérez.
El proyecto nace de la iniciativa de Procter & Gamble, en alianza con United Way, Panama Rainwater y la colaboración del Ministerio de Educación.
Paula Villaseñor, directora de comunicaciones de P&G, explicó que con "Escuela de Lluvia" se propone brindar acceso al agua potable, ayudando a mejorar las condiciones sanitarias de las escuelas y la salud de los estudiantes.
El programa matriz, "Agua Limpia para los Niños", ha entregado 20,000 millones de litros de agua limpia en 93 países.
"El proyecto busca llegar a comunidades educativas que no tienen fácil y frecuente acceso al agua potable y que estén en zonas de lluvia frecuente que pueda ser aprovechada en las actividades cotidianas, ahorrando hasta un 50% en el uso del agua", expuso Villaseñor.
¿Cómo funciona?
Francisco De Arco, director de Panama Rainwater, detalla que el proceso inicia con la caída de agua en el techo del gimnasio de la escuela, la cual es recolectada a través de canales que se dirigen a dos sedimentadores. Los tlaloques tienen una capacidad de 200 litros. Una vez en los tanques de reserva, el agua pasa por filtros que logran eliminar cualquier partícula mayor a un milímetro.
Además, en los tanques de reserva hay un sistema de desinfección con cloro flotador para eliminar virus, algas, hongos o cualquier impureza. Posteriormente, con un sistema de bombeo se manda el agua por filtros para alcanzar el grado de agua potable. En la cocina, adicionalmente, hay un filtro de tres etapas y el agua sale purificada.
"En las escuelas en las que ya hemos estado, el Ministerio de Salud ha certificado que es agua apta para el consumo humano", precisó De Arco.
El mantenimiento del sistema no es complicado, tiene dos válvulas manuales. Después de cada lluvia se deben drenar los sedimentadores por espacio de tres a cinco minutos. La limpieza de los tanques se realiza una vez cada seis meses y los filtros se cambian de tres a cuatro meses.
Esta última tarea la pueden hacer los maestros o inclusive el trabajador manual.
La empresa le brindará el acompañamiento a la comunidad de la escuela El Ñajú por un año.
De Arco recalcó que con la cantidad de niños y sus necesidades, la demanda de agua es alta.
"Me preguntaban qué pasaba con el agua almacenada. Con la cantidad de niños que hay normalmente no habrá agua almacenada, tendremos recarga constante de los tanques.
Cada vez que llueve se vuelven a llenar. No es como decir que habrá agua estancada, no será así", puntualizó De Arco.
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