Preocupación por alarmante aumento de delitos sexuales

Las cifras son tan contundentes como desalentadoras: los delitos sexuales siguen en aumento en Panamá, lo que afecta principalmente a segmentos vulnerables de la población, incluyendo a niños y niñas.

El Ministerio Público (MP) ha revelado los datos consolidados del año 2017, en los que se advierte un aumento en segmentos específicos de los delitos contra la libertad e integridad sexual, en comparación con el año 2016.

Por ejemplo, en 2016 se documentaron 533 actos libidinosos; pero el año pasado se reportaron 41 casos más, para llegar a 574.

Las relaciones consentidas con menores de edad también aumentaron en 454 casos más. Es decir, de 1,116 casos en 2016, subió a 1,570 el año pasado.

Pero el incremento más significativo se dio en las violaciones carnales, con 801 casos más.

Las 1,882 violaciones reportadas en el año 2016, pasaron a 2,683 al cierre de 2017... con las mayores denuncias entre los meses de julio y agosto, cuando se dieron 422 violaciones.

Ante la cruda panorámica, ¿qué hacen las autoridades para frenar este flagelo social? ¿Ha logrado Panamá superar las 'cifras oscuras' que maquillan la realidad de estos delitos?

El Ministerio Público informó que trabaja en una campaña de medios; también en la reestructuración de la Unidad de Delitos Sexuales; y en una línea telefónica fija y una App para recibir las denuncias.

No obstante, el sociólogo Gilberto Toro tiene dudas sobre las cifras del MP, y recordó que "gran porcentaje de afectados no cree en el sistema" y, por ende, no presentan las denuncias.

"Si en realidad se presentaran todas las denuncias, de repente se triplicarían las cifras. Pero eso, si la sociedad creyera en el sistema", indicó el sociólogo.

Toro dijo que "la gente se fastidia del sistema" por lo tedioso y burocrático, y abandona la denuncia.

Esto sin dejar de mencionar falencias del sistema panameño, que hace posible que el agresor/violador se entere de quién fue la persona que lo denunció.

Lógicamente, todo esto espanta o paraliza la conciencia ciudadana hacia una cultura de denuncia a las agresiones sexuales.

"La comunidad ha visto que el camino más efectivo es ir a los medios. Saben que al hacer público algo, así no van a ser ignorados. Saben que se exponen, pero que no será por el gusto, y que al final las autoridades se verán forzadas a darle seguimiento a la denuncia", expresó el sociólogo.

Los más vulnerables

Según Gilberto Toro, estudios al respecto demuestran que la modernidad está fomentando la violencia sexual, al usar por ejemplo la música y elementos visuales que apuntan a un mayor vigor y a un destape sexual.

A esto se le suman los elementos de impunidad que aprovecha el agresor para atacar a grupos vulnerables como niños, niñas, mujeres, adultos mayores y personas con discapacidad.

El violador ve en este segmento una "debilidad" que le hace creer que se le pueden facilitar sus malas intenciones.

"Esta combinación perversa del fomento del libertinaje sexual acompañado con una idea de impunidad, va a recaer sobre el grupo más vulnerable", concluyó el sociólogo.

Por su parte, el abogado Francisco Carreira, de la Alianza Panameña por la Vida y la Familia, indicó que "mientras en Panamá se siga premiando a los que violan a las niñas con limpiar parques, días multas o penas blandas, esto seguirá en aumento".

También opinó que la polémica "ideología de género" que algunos sectores intentan impulsar, permitiría que los niños de 14 años puedan demandar a los padres.

"Y eso es el camino para que mañana las niñas exijan anticonceptivos, y a los 14 años pidan abortos. Eso erosiona la patria potestad", dijo el abogado.

El proyecto de ley 584, ya aprobado en la Asamblea, pide que los pedófilos sean sancionados con prisión de hasta 18 años, mientras que los violadores purguen pena de 10 a 15 años de prisión.