Tarifas deben ser ajustadas al saldar pago de corredores
Al esfumarse la posibilidad de que los panameños puedan circular por los corredores Norte y Sur sin tener que pagar un peaje, surgen algunos planteamientos, ...
A futuro, el Corredor Norte tendrá una conexión directa con el cuarto puente sobre el Canal de Panamá, por la cual se ventila un nuevo peaje por usar esta carretera. / Edwin González
Al esfumarse la posibilidad de que los panameños puedan circular por los corredores Norte y Sur sin tener que pagar un peaje, surgen algunos planteamientos, como el que se fijen tarifas accesibles a los usuarios, una vez se haya cancelado la deuda adquirida por el Estado al comprar estas vías.
El compromiso adquirido tenía como fecha de plazo 10 años. Es decir, que al 2020 quienes utilizaran estas vías lo harían de forma gratuita.
La decisión se tomó en la administración de Ricardo Martinelli, al quedar demostrado con estudios que, bajo el esquema financiero de los contratos, el Corredor Norte revertiría a Panamá en 2093, pero en el caso del Corredor Sur nunca pasaría a manos panameñas.
Contrario a esto, el presidente Juan Carlos Varela ha desechado la idea y optó porque se siga pagando por el uso de estas autopistas, a fin de que el dinero recaudado revierta en inversiones de proyectos viales para el país.
No obstante, desde 2011, cuando se asumió esta obligación y sustentado en cifras suministradas por la empresa Nacional de Autopistas (ENA), que revelan que al año ingresan procedentes de ambos corredores, aproximadamente 140 millones de dólares, del que 99% se usa para saldar esa deuda (138.6 millones de dólares) y el resto para mantenimiento, se calcula que se ha pagado en este tiempo casi la mitad del valor de la compra de esas vías, que fue de 1,070 millones de dólares.
Para hacerle frente a la adquisición del Corredor Norte, a un precio de 650 millones de dólares, y del Corredor Sur, a un costo de 420 millones de dólares, se optó por recurrir a la emisión de bonos por un valor de 600 millones y 395 millones de dólares, respectivamente, mientras el resto del capital lo aportaría el Estado, pagos que se realizan trimestralmente.
Sin embargo, a esto se suman 212 millones de dólares en bonos por el recién inaugurado Corredor Este, cuyo valor de construcción es de 110 millones de dólares.
Dadas las diferencias en las series de bonos, hay distintas fechas de terminación de los compromisos de pagos. Habrá corredores que se pagarán antes que otros, unos en el 2020 y 2024, como es el caso del Este.
Carlos Barnes, gerente general de ENA, expresó que obviamente se ha amortizado parte de la deuda de los corredores Sur y Norte, pero en el Este todavía no se ha liquidado nada.
Estima que como el flujo de autos en el Sur es bueno, este puede cancelarse antes y con lo que se siga recaudando, se amortigüe una parte del pasivo del tramo Este, toda vez que al emitirse los bonos para este proyecto, una cantidad se invirtió en la implementación del sistema Panapass y otra parte se dejó para poder hacerle frente a las obligaciones de intereses y pagos futuros.
"Sabemos que cuando empieza una autopista como esta, los primeros meses, el aforo de vehículos no es el que se espera y por eso se tiene que tener una reserva de capital", puntualizó Barnes.
Consciente de lo expuesto, y que los corredores necesitan recursos para su mantenimiento, Rosa Pérez, usuaria del Corredor Sur, considera que cumplida la fecha se debe ajustar el precio, a fin de que sea económico para el usuario y -sobre todo- ahora que está saturado por la construcción de la Línea 2 del Metro.
"No dejarlo gratis, pero sí establecer un peaje cónsono con la realidad nacional", resaltó.
Luis Lasso, dirigente transportista de la Cooperativa San Cristóbal de Chepo, es de la opinión de que llegado el tiempo y de mantenerse las mismas tarifas, lamentablemente se daría un traslado del costo a los usuarios del sistema de transporte.
Cree correcto que se reconsidere la medida adoptada por la pasada administración, porque redundaría "en un bien común para todo los usuarios y para nosotros los transportistas".
En todo caso, destaca que como el Estado es el que está cargo de estas obras, le corresponde a este hacerse cargo del mantenimiento.
En medio de esto, surge otra alternativa para que el pueblo después de 2020 pueda usar esas autopistas sin tener que sacar dinero de su bolsillo.
Luis Rodríguez, de la concesionaria Transfusa, con buses que usan diariamente el Corredor Norte, propone que se cobre un impuesto al sacar la placa vehicular y de allí salga el dinero para el mantenimiento de esas estructuras viales.
No obstante, Sandra Escorcia, miembro de la Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos (SPIA), no ve justo que al liquidarse la deuda, las personas deban continuar pagando por pasar por los corredores.
Cuestiona que si el anterior gobierno compró los corredores a un precio exorbitante, ya que la empresa había cobrado por el uso de los mismos durante 10 años, ahora los ciudadanos sigan pagando, "eso no me parece correcto".
En todo caso, sostiene que la Contraloría General de la República debe realizar una auditoría.
De hecho, dijo que está esperando que el Ministerio de Obras Públicas (MOP) atienda una reunión que se le ha solicitado.
Otro aspecto que la arquitecta calificó como "craso error" es que se haya otorgado directamente el tramo Brisas del Golf-Mañanitas.
La decisión de la actual administración, tampoco es la correcta. A su juicio se requiere mejor administración y celo por los dineros públicos.
"Que se consulte a los gremios como la SPIA, que cuenta con los ingenieros y arquitectos idóneos para el asesoramiento en dicha materia", agregó.
Planes futuros
En estos momentos, en que el tráfico es fluido y que ha mejorado con el Panapass, ENA no siente necesidad de expandir los corredores.
El plan que se tenía para el Corredor Sur, de hacer un relleno frente a Atlapa, se desestimó por ser considerado improcedente, debido a que de la forma como se planteó, en su momento, solo resultaba beneficiada la empresa ICA, que tenía la operación de esta vía.
Barnes comentó que lo que sí hay es la necesidad de una mejor coordinación de la red vial. Eso incluye las entradas y salidas de estas autopistas.
Citó, por ejemplo, en el Corredor Sur, la salida de Costa del Este y Llano Bonito, esta última considerada como un cuello de botella, porque una vez que los conductores salen se encuentran con una sola calle, donde converge cantidad de vehículos y, al final, se encuentran con agentes del Tránsito que están dirigiendo, pero que aparentemente no son los más eficientes.
Este tema le compete al MOP y a la Autoridad del Tránsito y Transporte Terrestre, porque "nosotros solo nos encargamos de regular lo que está dentro de los corredores", subrayó el gerente general de ENA.
Por otra parte, dio a conocer que el Panapass está funcionando bastante bien, tanto que actualmente se ha recuperando parte del decrecimiento en aforos de los primeros meses de su implementación y se espera que los meses que vienen serán mejores.
Una muestra de la mejora que se ha tenido con el sistema es que al abrir el Corredor Este, aun sin que se cobrara, se estimuló el tráfico por el Corredor Norte, lo que en ingreso representó más de 6%.
Solamente en octubre, el tráfico por el Corredor Sur fue de 4.8 millones de viajes, mientras en el Norte alcanzó 4.7 millones.