Athina no quiere ser Onassis

La inminente boda de Athina Onassis- Roussel, nieta del legendario armador griego Aristóteles Onassis, generó irritados titulares en la prensa griega. "Athina no respeta la historia de su apellido", tituló el diario sensacionalista "Espresso".
Según informó el diario, la nieta de Aristóteles Onassis utilizó en las invitaciones para su boda sólo el apellido Roussel y no su nombre completo Athina Onassis-Roussel.
"La invitación de la vergüenza", comentó el periódico, que añade que Athina olvidó el apellido al que le debe todo en la vida. "Simplemente borró el nombre, como si quisiera terminar de una vez con todo lo que le recuerde su origen".
Según "Expresso", la "ofensa" puede ser aún peor: cuando destacaban que "aparentemente, la boda no será celebrada por un sacerdote griego ortodoxo sino por un religioso libanés ortodoxo".
Athina, que vive con el brasileño desde hace dos años, es la única heredera de la enorme fortuna de Onassis. Para los griegos, el patrimonio de Onassis, estimado en 6.000 millones de euros (unos 7.000 millones de dólares), es un tema controvertido.
Muchos temen que Athina, que creció en Francia con su padre Thierry Roussell, quiere cortar la relación con su país natal. La joven apenas habla griego y visita el país en muy contadas ocasiones.
Los griegos consideran su fortuna una especie de patrimonio nacional y no quieren que salga del país.
Además, temen que la "maldición de la familia Onassis", de la que hablaron muchos periodistas, pueda continuar con Athina.
El hijo de Aristóteles Onassis, Alexander, murió en un accidente de avión en 1967 en Atenas. El magnate nunca se recuperó de esa pérdida y murió en 1975.
Su hija y madre de Athina, Christina Onassis, se casó cuatro veces y padecía graves depresiones. Murió en 1988 en extrañas circunstancias en Argentina.
A nadie se le escapa que el novio de Athina tiene 32 años, doce más que ella, una relación fracasada a sus espaldas y una hija de cinco añitos. Muchos insisten en recordar que la saga familiar de Athina incluye matrimonios tempranos y fallidos por la gran diferencia de edad. Su abuela, Tina Livanos, se casó con Aristóteles Onassis cuando ella apenas tenía 17 años y él, unos cuarenta. Y el primero de los cuatro fracasados matrimonios de su madre, Cristina Onassis, tuvo lugar a los 19 años con un hombre, el millonario americano Joseph Bolker, que le llevaba casi treinta.