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Dismorfofobia: ¿la nueva anorexia?
REDACCION - Publicado:
Dismorfofobia es un término con el que no está de más que te vayas familiarizando, pues en los próximos años, tristemente, parece ser uno de los trastornos físicos y psicológicos que más amenazarán a las personas en busca de la belleza exterior.Este padecimiento ha sido llamado actualmente como la "anorexia" del siglo 21.Se trata de una condición en la que una persona tiene una preocupación desmedida ante un defecto corporal mínimo o incluso imaginario, lo que la lleva a tomar medidas drásticas como entrar al quirófano una y otra vez, someterse a regímenes mortales de gimnasio o dietas o hacer del botox, mesoterapia, depilación y otros procedimientos estéticos, su mejor amigo.Hay defectos físicos notables, como un tabique de la nariz desviado, o un lóbulo de la oreja que no se despegó por completo del cráneo, que se pueden corregir con cirugías, que además de ser justificable, sirve además para aumentar la autoestima de las personas.Pero hay "defectos" irracionales o tan insignificantes que conducen a preguntarse: ¿en realidad es necesario corregirlos? Ejemplo de ello es una conocida que se ha sometido dos veces a la liposucción, se ha hecho implante de busto, se ha corregido la nariz y su siguiente inversión será para hacer más pequeño su trasero.Y ya está pensando incluso, en recurrir a una mesoterapia (inyecciones de una proteína láctea que disuelve la grasa), pues su abdomen por segunda ocasión ha perdido los "cuadritos o six pack" que le habían dejado en sus anteriores cirugías.¿Y realmente hay un cambio en ella?, se preguntarán.La verdad es que siempre ha sido bonita y antes de sus procedimientos, tenía mucho éxito con los galanes.Su primera liposucción la hizo simplemente porque se sentía muy caderona.Pero esa primera cirugía, desencadenó una serie de obsesiones con sus "defectos" físicos, que la han convertido en una víctima de la dismorfofobia y ahora no hay nadie que la pueda convencer de que tanto "arreglo" no es necesario.Y es que, de hecho, no hay que irse tan lejos ni pensar en Michael Jackson o Irma Serrano para conocer personas que sufren lo que podría ser el inicio de la dismorfofobia.En estas épocas es muy fácil conocer a alguien que sea víctima de la obsesión por la belleza.Basta con voltear a nuestras propias amistades o familiares, o quizá uno mismo, y es probable que ahí encuentren a alguien que esté en riesgo de la dismorfofobia o que incluso ya padezca este transtorno.La dismorfofobia, también conocida como Trastorno Dismórfico Corporal, es un grave trastorno psicológico, que funciona igual que la anorexia, la bulimia y la vigorexia.El término, viene del griego "dysmorfia" que significa fealdad y pertenece a la división de trastornos obsesivos compulsivos.Responde, a los altos estándares que la sociedad ha impuesto sobre lo que es la belleza, y a la lluvia constante de mensajes por parte de los medios y las figuras públicas de lo que ser bello significa.Es una búsqueda por ser aceptado por la sociedad, y por tener un "cuerpo perfecto".Pero en realidad, la dismorfofobia no es más que una simple (pero evidentemente destructiva) alteración de la percepción, que comienza a desarrollarse alrededor de los 18 años de edad y que es igualmente compartida por mujeres y por hombres inconformes.