El caballo peruano de paso, soberbio y arrogante

De una contextura muy fina, tamaño mediano, tórax fuerte, pecho ancho, piernas finas, cuello breve y vigoroso, cabeza imponente, orejas pequeñas en punta y mirada noble, el Caballo Peruano de Paso es uno de los animales que más agrado causa al ser humano.
Y prueba de ello fue el XXV Concurso Nacional de Caballo Peruano de Paso, organizado por la Asociación Panameña de Criadores y Propietarios de Caballo Peruano de Paso, en el Club Ecuestre de Coronado.
Allì, personas apasionadas por este animal interactuaron sobre sus lomos, desplegando soberbia y arrogancia al andar, por el ritmo con que trota este equino. Paso llano, un taconeo permanente, rítmico y armónico.
Esto genera un trote de cuatro tiempos, con mucha suavidad y elegancia, muy agradable para el jinete, ya que se evita toda reacción brusca. Este paso es trasmitido en su totalidad a sus crías.
El jinete de este caballo, llamado chalán, lleva generalmente ropa de color blanco y botas con espuelas.
Además, un pañuelo blanco al cuello y el imprescindible poncho blanco o color vicuña. Finalmente en la cabeza un fino sombrero de paja de ala alta.
Para los participantes y espectadores fue un verdadero deleite para la vista, el desfile lleno de gracia portentosa y la monumental figura de los caballos peruanos de paso. Ese andar con su prestancia arrogante, elegantes movimientos armoniosos y sobrado desplazamiento se describen en rimas y ritmos, acentuando aún más su sencillez y simpatía.
El presidente de la Asociación Rogelio Arango, bajo un contundente sol y con una agradable expresión, se condidera fiel amigo de estos corceles. Y su organización continuará desarrollando estas actividades, que más que competencias son un convivio familiar.
Lo que hace a este animal diferente a otras razas equinas en el mundo es su aire típico de velocidad intermedia, que en los demás es de trote. Este aire o modalidad en el andar es el trote lateral o ambladura y se denomina paso llano en su ritmo más típico; pero puede tener diferentes velocidades, que pueden a su vez ser ejecutados por un mismo ejemplar.
A esta suma de aires se les llama pasos. Durante la ejecución de estos pasos finos, la cabalgadura tiene un sólo y excepcionalmente suave balanceo horizontal. Las otras razas de caballos se balancean horizontal y verticalmente. Esto hace que el cabalgarlo sea especialmente agradable. La suavidad es una de las virtudes fundamentales y más apreciadas en la raza de este caballo.
Considerados únicos en su género por su conformación anatómica y peculiares formas exteriores, el caballo de paso peruano forma parte del rico acervo cultural, reconocido en todos los rincones del mundo.
Es sinónimo de nobleza y fidelidad, temperamento y altivez, y lleva en su monumental y elegante figura un cúmulo de virtudes que lo enseñorean como una de las más atractivas manifestaciones de tradición de la más pura estirpe.
El caballo llega al Perú con los conquistadores españoles, liderados por Francisco Pizarro, en el año 1532.
Este animal, totalmente desconocido para los indígenas, inspiró en ellos un profundo respeto y temor, sentimientos que resultaron decisivos para la conquista del Tawantinsuyo.