Fotos que hablan por Darién
- Yessika Valdés
La Autoridad Nacional del Ambiente y el PNUD entregan "Darién, libro de viaje", pleno de testimonios.
Con sus agrestes bosques, sus ríos bravíos, su límpido cielo que cuando llueve es como si llorara, Darién abre sus brazos verdes para dar la bienvenida a locales y forajidos.
No lo sabe, pero no todo el que posa sus pies en tierra darienita viene en son de paz y con deseos de compartir su equipaje de experiencias culturales.
Un libro, editado con mucho amor y que es un testimonial de vivencias íntimas, que tomó investigarlo y escribirlo varios años, pero no más años que los que Darién tiene de ser el gran pulmón verde no sólo de Panamá, sino también de la región, del orbe mismo.
De una manera integral se involucraron en la gestación de la obra y en convertirla en realidad amantes de la flora, de interculturalidad, de las aves, defensores del ecosistema, los propios habitantes e investigadores, narradores, ilustradores, diseñadores...
Sandra Eleta (fotógrafa y coautora), Consuelo Tomás (redactora y coautora), Ologuadi (el ilustrador), Jorge Ventocilla (biólogo) y Olga Robles (gerente de la Unidad Gestión de Conocimiento del PNUD) aportaron entusiasmo, tiempo, recursos y talento para ayudar a retratar Darién en todo su esplendor, con sus riquezas y sus limitaciones.
Para Sandra Eleta, la obra "es como un diario intimista, donde muchas voces cuentan su historia, que es la de Darién".
Para ella fue como una bendición y un privilegio trabajar con Consuelo, Ologuadi y J. B. Matas (el editor).
Recalcó que fue un maravilloso trabajo el que dio como resultado un "libro excepcionalmente bello porque recoge múltiples voces".
Se dio gusto fotografiando a Darién en sus múltiples facetas. Fueron tantas las fotos y tan difícil elegir cuáles aparecerían en el libro, apenas un 25% del total.
Fueron más de seis meses de viaje, de memorias compartidas.
A Consuelo Tomás la llamaron por primera vez en el año 2000 para que participase de esta grata experiencia que a ella, la bocatoreña, la marcó de una manera que será difícil de olvidar.
Ese remontarse a los orígenes al conocer la historia de Darién contada por su gente, ese estar con los indígenas bendiciendo la tierra y hablando de sus raíces, de su manera de vivir, con generosidad y alegría la hacen sentirse sumamente orgullosa y agradecida por esta oportunidad.
Por su parte, Olga Robles, del PNUD, y la Ministra Ligia Castro de Doens coincidieron en el valor testimonial de la obra.
Se destacó que "Este es uno de estos libros que uno puede atesorar toda la vida y puede dejar como una herencia".
"Conozco el libro casi desde el embrión. Ocho años duró hacerlo", expresó Robles y se alegró de conocer en persona a Consuelo Tomás, cuyo nombre veía en la computadora cuando intercambiaban correos con información sobre la obra que gestaba un equipo de profesionales.
"Es un libro que se presenta solo. Se abre y se presenta solo. Se lee y se come...", añadió.
La publicación, opina Jorge Ventocilla, "celebra la diversidad cultural. Es una mirada de afuera" y agregó que le encantaría saber cómo sería Panamá escrito por gente de Darién".
Esta obra es también dialogar con su gente, dijo Ligia Castro de Doens.
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