Madonna inició a su Mercy en la Cábala
- Katherine Palacio P./
La cantante ha sido criticada duramente por no dejar que su hija adoptiva se adapte a su nuevo entorno.
A pesar de las más de 12 horas de vuelo que separan Malaui y el Reino Unido, la nueva hija adoptiva de Madonna se ha reunido en Londres con su madre y, casi sin tiempo para descansar, ha asistido a la primera sesión de Cábala, de la que la cantante es seguidora desde hace varios años.
La nueva hija adoptiva de Madonna, Chifundo "Mercy" James, llegó a Londres el domingo desde Malaui, su país natal y, según informa hoy la prensa británica, fue llevada de inmediato junto a sus hermanastros a una sesión de Cábala, una de las principales corrientes de la mística judía.
Esta polémica decisión ha suscitado duras críticas entre la prensa sensacionalista británica, que censura que la cantante no haya dejado un tiempo prudencial a Mercy para adaptarse al nuevo entorno y asimilar el cambio tan radical que va a dar su vida a partir de ahora.
Según señaló la psicóloga Katherine Fingleton al diario Sunday Mirror, la asistencia de Mercy, de 4 años, a este rito es un "shock cultural" para la pequeña, que "debería ser resguardada de este tipo de actuaciones ante los focos para una mejor adaptación".
Acompañando a la recién llegada Mercy en su iniciación en la fe judía se encontraban también el ex-marido de Madonna, Guy Ritchie, y sus tres hermanastros: Lourdes, Rocco y David, de 12, 8 y 3 años, respectivamente.
El 12 de junio, el Tribunal Supremo de Apelaciones de Malaui autorizó la adopción de Mercy, que había sido denegada previamente por los tribunales inferiores, con la total oposición del padre de la menor, James Kambewa y porque la artista no tenía residencia en el país.
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