¿Por qué las mujeres son más propensas a la depresión?
Las mujeres suelen ser dos veces más propensas a padecer depresión versus los hombres, debido a factores genéticos, biológicos, psicológicos y sociales.
La depresión suele empeorar si no se trata a tiempo. Foto: Ilustrativa / Pixabay
La depresión va más allá de sentir tristeza, es un trastorno común, pero a la vez grave, del estado de ánimo que afecta la forma en cómo las personas sienten, piensan y actúan.
Cerca de 280 millones de personas viven con esta enfermedad globalmente, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud.
Según los especialistas, las mujeres suelen ser dos veces más propensas a padecer depresión versus los hombres, debido a factores genéticos, biológicos, así como psicológicos y sociales relacionados con experiencias de la vida.
"Cuando nos referimos a depresión, no estamos hablando de cambios comunes en el estado de ánimo ni en las respuestas emocionales que damos a los problemas diarios. Nos referimos a una enfermedad que puede llegar a convertirse en un problema de salud grave, si se extiende por mucho tiempo, y que puede causar desde sufrimiento hasta alterar dinámicas familiares, laborales y sociales e inclusive, llevar al suicidio", sostiene el doctor Carlos Cano, líder médico de medicina interna de Pfizer Centroamérica y Caribe (CAC).
En el renglón genético, este padecimiento puede surgir cuando está presente en la familia de la persona, ya sea padre, madre o hermanos.
Mientras que, en lo que a biológicos respecta, destaca la etapa de la pubertad en las mujeres, durante la cual los cambios hormonales pueden incrementar el riesgo de padecer depresión, unidos a otros aspectos como la determinación de su identidad, presión académica o en la práctica de deportes y problemas con los padres.
También incluye el trastorno disfórico premenstrual, que es una afección grave causante de diversos síntomas (enojo, pensamientos suicidas, cambios de apetito, hinchazón, dolor de articulaciones o músculos y hasta sensibilidad en los senos) y puede provocar que las mujeres interrumpan o no tengan la capacidad de ejercer desde sus labores cotidianas hasta sus estudios ni relacionarse con otros mientras transcurre el periodo.
Pero, esto no es todo, destaca la depresión perinatal, que puede afectar a las mujeres tanto durante el embarazo como posterior a este.
Las madres con este tipo de depresión llegan a desarrollar una tristeza extrema, fatiga, baja autoestima o sentimientos de mala mamá, ansiedad, problemas para conciliar el sueño y hasta pensamientos de hacerse daño a sí misma o al bebé, entre otros. Se estima que la depresión postparto se da entre un 10% a 15% de las mujeres.
La depresión perimenopáusica es otra que puede ocurrir mientras las mujeres hacen su transición hacia la menopausia. Durante esta etapa, los niveles de hormonas varían de forma irregular y esto unido a la ansiedad, el sueño interrumpido, el sentimiento de comenzar la menopausia a una edad más temprana de la usual, los acontecimientos de la vida y el aumento de peso, entre otros, pueden detonar este tipo de depresión.
RecuerdeLa depresión suele empeorar si no se trata a tiempo, provocando otros problemas de conducta, salud y hasta emocionales, por ejemplo, el consumo inapropiado de drogas o alcohol, fobias sociales, trastornos de pánico, aislamiento y sobrepeso u obesidad, que pueden hasta desencadenar otros padecimientos como diabetes y enfermedades del corazón.
De acuerdo con la OMS, la depresión es la principal causa de discapacidad en el mundo y contribuye a la carga global de morbilidad.
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