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Nombran a Cipriani arzobispo de Lima
EFE - Publicado:
El Papa Juan Pablo II nombró ayer arzobispo de Lima a Monseñor Juan Luis Cipriani, quien intentó mediar en la crisis de la embajada de Japón en Perú, en diciembre de 1996.Cipriani, quien cumplió notable papel como miembro de la Comisión de Garantes en la crisis de los rehenes, reemplaza en el cargo a Augusto Vargas Alzamora, quien renunció por límite de edad.El flamante arzobispo abrazó la vocación al sacerdocio en el Seminario Internacional de la Prelatura del Opus Dei en Roma y fue ordenado sacerdote en agosto de 1977.En julio de 1988 fue nombrado obispo auxiliar de Ayacucho y promovido a la misma sede arzobispal en mayo de 1995.Cuando un comando de rebeldes del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) asaltó la residencia del embajador japonés en Lima, el 17 de diciembre de 1996, Cipriani integró la Comisión de Garantes que negoció las sucesivas liberaciones de gran parte de los 600 rehenes.El espectacular incidente culminó tras 126 días con una operación militar en la que murieron 17 personas: dos militares, un rehén (de los 72 que aún permanecían en la residencia diplomática) y los 14 miembros del MRTA que coparon la residencia diplomática.Al conocer el desenlace, Cipriani perdió la calma y se echó a llorar, vencido por el dolor, cuando en rueda de prensa de la Comisión de Garantes leyó una declaración lamentando el saldo cruento de la operación y pidió orar por todas las víctimas.El monseñor Vargas Alzamora cumplió 75 años en noviembre, siendo ese el límite de edad fijado para ejercer el cargo de Arzobispo de Lima.No obstante, monseñor Vargas Alzamora seguirá siendo Cardenal por ser un título vitalicio que otorga la Santa Sede a una persona.Monseñor Cipriani nació en Lima el 28 de diciembre de 1943.Entró al Seminario Internacional de la Prelatura del Opus Dei en Roma y en 1977 se recibió de sacerdote.En 1988 fue nombrado Obispo Auxiliar de Ayacucho y promovido a la misma sede arzobispal en 1995.En ese cargo, tuvo una dinámica labor en la pacificación de la zona, foco de la subversión desde la década de los 80 hasta principios de los 90.Cipriani fue designado por el Vaticano como mediador entre el gobierno y el grupo terrorista, que demandaba un canje de los rehenes por sus camaradas presos.La crisis concluyó con una operación de rescate exitosa.