Redescubriendo a Hugo Spadafora Franco
- - Publicado: 11/9/2010 - 07:16 pm
Querido Hugo.
Oí tu voz por primera vez en mayo de 1979 por Radio Sandino cuando le aseguraste a un público nicaragüense desconcertado que las declaraciones de Somoza sobre tu detención y muerte eran todas mentiras.
Feliz de escapar con mi vida desde Puerto Cabezas, nunca miré hacia atrás.
Eso es, hasta principios de 2003 cuando uno por uno en tu patria amada, Panamá, conocí a tus hermanas, tu hija, esposa, madre, tus hermanos, tías, amigos, admiradores.
Para volver a descubrirte por primera vez.
Desde entonces he leído tus libros, artículos, videos, “cuentos chinos” y así recogí otros recuerdos de ti.
Y he ganado en comprensión de lo que significaste para Guinea-Bissau, para Nicaragua, para Panamá y para los que aman la libertad en todas partes.
Para volver a descubrirte por primera vez.
Todavía me asombra que un médico que entendía tan profundamente la fragilidad de la vida, pudiera arriesgarla una y otra vez para que otros pudieran alcanzar una vida más llena, libre de una mera existencia bajo la tiranía de la opresión.
Ahora, Huguito, en el siglo veintiuno. Otra vez volvemos a ser una gente desconcertada.
Mucho necesitamos otra vez, héroes verdaderos.
Necesitamos la claridad de miras con que señalaste que los pobres y olvidados importan, realmente importan.
Y entonces levantamos la vista y recordamos ese día fatídico, el 13 de septiembre de 1985, cuando te arrancaron de nosotros por última vez.
El 13 de septiembre de 2010 intentamos ser dignos de tu memoria.
Hoy te recordamos, y a nuestra humilde manera seguimos tu camino cada día, para volver a descubrirte por primera vez.
Tu amigo, Gary
Gary Garriott y su familia vivieron en Panamá de 2002 a 2008; este poema fue traducido del inglés por Ashton Garriott.
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