Ingeniero estrella que hizo enojar a Google debe pagar 179 millones de dólares a la empresa
A Levandowski le habían pagado de manera generosa por sus años de trabajo en Google.
Anthony Levandowski, un ingeniero que fue una estrella en Google y Uber y que ayudó a iniciar los proyectos de los vehículos autónomos, se declaró en quiebra para obtener protección después de que un tribunal le ordenó pagar 179 millones de dólares a Google por una controversia con su contrato.
Los perjuicios tuvieron su origen en un caso de arbitraje entre Google y Levandowski. El ingeniero había trabajado durante años en los vehículos autónomos en Google antes de partir en 2016 para crear una empresa emergente dedicada a la misma tecnología y luego pasar a formar parte del gigante de los servicios de transporte particular, Uber.
En diciembre, un panel de arbitraje dictaminó que Levandowski y otro colega, Lior Ron, habían llevado a cabo prácticas injustas y engañosas al convencer a colegas de Google para que se unieran a la empresa emergente. El 4 de marzo, un tribunal del condado de San Francisco confirmó la decisión del panel de arbitraje de que Levandowski debía pagarle 179 millones de dólares a Google.
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En su solicitud de protección de bancarrota, Levandowski mencionó que tenía entre 50 millones y 100 millones de dólares en activos personales, una cifra insuficiente para pagar los daños a Google.
Uber se rehusó a ofrecer comentarios, al igual que el abogado de Levandowski.
A Levandowski le habían pagado de manera generosa por sus años de trabajo en Google, y tenía una relación cercana con Larry Page, cofundador y exdirector ejecutivo del gigante de las búsquedas. Sin embargo, la relación cambió cuando Levandowski dejó Google y se llevó talento de la empresa dedicado al desarrollo de vehículos autónomos para fundar Otto, una empresa emergente de camiones autónomos. Posteriormente, Levandowski le vendió Otto a Uber por más de 600 millones de dólares.
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La buena fortuna pronto se le acabó a Levandowski. En 2017, Waymo —la empresa de vehículos autónomos que surgió de Google— demandó a Uber y a Levandowski por robo de secretos comerciales, y acusó a ambas partes de haber conspirado para robar años de investigación sobre vehículos autónomos con el fin de impulsar el programa de vehículos autónomos de Uber. Al final, Uber y Waymo resolvieron su pleito cuando Uber le entregó a Waymo una participación en Uber de más o menos 245 millones de dólares.
Sin embargo, el proceso aún no terminaba para Levandowski.
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En agosto pasado, unos fiscales federales lo acusaron de 33 cargos de robo e intento de robo de secretos comerciales de Google, un caso que sigue abierto.
Al mismo tiempo, Google presentó su propio caso en contra de Levandowski por haberle robado empleados, el cual culminó con el fallo del 4 de marzo.