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Iglesia y sindicatos papúes piden un Gobierno de unidad para vencer la crisis
Sídney (Australia) - Publicado:
Líderes religiosos y sindicales en Papúa Nueva Guinea pidieron hoy un Gobierno de unidad para superar la crisis política en la que se encuentra sumido el país a causa de la pugna por el cargo de primer ministro entre el veterano Michael Somare y Peter O'Neill.La nación de 6 millones de habitantes tiene desde la víspera dos primeros ministros, dos Ejecutivos, dos gobernadores generales y dos jefes de la Policía, aunque las Fuerzas Armadas y la mayoría de los miembros del cuerpo policial permanecen neutrales de momento."Estamos cansados y hartos del comportamiento egoísta de nuestros políticos.No queremos una paralización total del servicio público, pero estamos llegando a ese punto", advirtió el jefe del Congreso de Sindicatos de Papúa Nueva Guinea, Michael Malabang, a la prensa en Port Moresby, la capital."Las únicas personas que pueden acabar con esto son Michael y O'Neill.Tienen que serenarse y llegar a un acuerdo por el bien del país", señaló Malabang, según los medios australianos.El arzobispo de Port Moresby, John Ribat, exhortó a los dos primeros ministros a acabar con la crisis a la manera melanesia, que es sentarse y solucionar las diferencias mediante el diálogo.O'Neill, de 45 años, mantenía hoy el control sobre el Parlamento y sus inmediaciones, mientras que Somare, de 75, mantiene un grupo de policías fieles protegiendo la Casa del Gobierno desde el lunes.Somare es el primer ministro legítimo de Papúa Nueva Guinea porque ganó la reelección en las elecciones de 2007, pero se ha pasado la mayor parte del año en el extranjero por problemas cardíacos.El Parlamento, donde O'Neill cuenta con la mayoría, declaró vacante la jefatura del Gobierno el 2 de agosto pasado, cuando Somare llevaba cinco meses en Singapur.A continuación, el Legislativo nombró como primer ministro a O'Neill, quien aparece ante el electorado como un cambio a la vieja guardia que representa Somare.La decisión funcionó hasta que el depuesto, a quien llaman el "Jefe" o "Gran jefe" en el mundo político, regresó curado al país y reclamó su cargo.El Tribunal Supremo de Papúa Nueva Guinea declaró inconstitucional al Gobierno de O'Neill el pasado día 12 y restituyó en sus funciones a Somare.Ese mismo día, el Legislativo aprobó unas medidas que anulaban las bases en las que se fundamentó el fallo judicial del Supremo y respaldó en el cargo a O'Neill.El miércoles, el gobernador general, Michael Ogio, confirmó como primer ministro a Somare, pero horas después el Parlamento destituyó al representante de la reina Isabel II de Inglaterra y eligió un suplente interino que tomó juramente como jefe del Gobierno a O'Neill.Ogio explicó hoy a los periodistas que sus funciones como jefe de Estado de Papúa Nueva Guinea le obligan a hacer cumplir la Constitución y, por eso, reconoció a Somare.Aunque aún impera la normalidad en Port Moresby, cada vez son más numerosas la voces que advierten la amenaza de un estallido de la violencia si esta crisis se prolonga.Papúa Nueva Guinea es un país rico en recursos minerales e hidrocarburos, con una corrupción endémica y una larga historia de intrigas políticas.