Panamá
Déjate podar
Pues tú y yo somos ramas del auténtico árbol de la vida que es Cristo. Él es el rey del universo y salvador, el que da la vida nueva.
- Monseñor Rómulo Emiliani (CMF)
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- - Actualizado: 20/5/2024 - 12:00 am
Cuando Jesús nos habla de manera figurada que él es el tronco y nosotros las ramas, es porque además de carpintero tuvo que ir con su padre a trabajar las fincas de gente de dinero como jornalero. Y allí recogiendo los frutos del campo, podando los árboles y sembrando, conoció mucho de todo eso. Y pudo entonces hacer esa bella comparación, muy sabiamente y llamarse así mismo árbol. Así mismo se llamó buen Pastor, usando otra bella comparación por su trabajo cuidando animales.
Pues tú y yo somos ramas del auténtico árbol de la vida que es Cristo. Él es el rey del universo y salvador, el que da la vida nueva, el camino que nos lleva al cielo. Es el que envía el Espíritu Santo que nos ilumina y consuela. Las palabras de Cristo nos transmiten su sabiduría divina, y nos dicen cuál es el camino a seguir. Y en cada Eucaristía recibimos la fuerza para caminar gracias a comulgar su cuerpo, su sangra, su alma y su divinidad.
En la oración personal y comunitaria; en el trabajo de evangelización y de ayuda a los pobres, en todo lo que es actividad eclesial, somos ramas que recibimos la savia del tronco que es Cristo.
Y mientras más recibimos vida de Jesús, más frutos damos. Y eso lo puedes contactar examinando tu vida personal; cómo te relacionas con la gente: tu paciencia, tu compasión, generosidad. Cómo das testimonio. Cómo rezas, cómo vives la presencia de Dios en tu alma. Cómo mantienes la fortaleza y la paz en las dificultades.
Pero cuando necesitas ser levantado en tu alma, ubicado en un nivel superior espiritual, sacudirte de la tibieza o de la insensibilidad en cuanto al amor compasivo, ser mejor evangelizador; cuando sientes desgana para hacer oración, o no quieres perdonar, o pedir perdón si has cometido una ofensa a tu hermano, el Señor entonces manda podar esa rama que eres tú. Dios permite incomprensiones, dificultades económicas, tensiones en el trabajo, sequedad en tu alma…todo el sufrimiento que recibes es para podar tus debilidades, idolatrías, defectos.
El dolor que vives por frustraciones, amarguras, vienen para que podes tus pecados. Todo tiene un sentido en el camino espiritual. Un por qué. Como decían nuestras abuelas: "por algo fue". Es que el fin es llegar a vivir la vida eterna. Y todo lo de la tierra queda en segundo lugar según el plan de Dios. Todo está en función de la salvación. Sólo en el cielo sabremos porqué han sucedido las cosas. Toda poda está en función de que el árbol y sus ramas estén cada día mejor. Tu dolor está para que purificado des más fruto.
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