El espectáculo que nos tocó vivir
....los que aceptan el ridículo, los que permiten que se burlen de ellos para hacer feliz a los demás; también héroes. ... no estoy hablando de animadores, ni de músicos, ni de periodistas.
Los más grandes artistas siempre han dicho que la tragedia es sencilla, hacer llorar al público es algo que se puede conseguir con un par de escenas bien pensadas y una historia que logre enganchar a los que la ven. La comedia, al contrario de lo que cree, es complicada. Es difícil hacer que alguien se ría. Y es que la risa es algo que aún no hemos conseguido descifrar. ¿Por qué nos reímos? La interrogante que llevamos milenios tratando de responder. Es por eso que una buena comedia marca a toda una generación. Charlie Chaplin, los hermanos Marx, Cantinflas, los tres chiflados, Bob Hope, Chespirito, Robin Williams, Jim Carrey y un larguísimo etcétera.
Somos los más afortunados de todas las almas que han vivido en este planeta, ya que hemos tenido la suerte de vivir en un futuro donde las personas que han logrado encontrar la respuesta de este antiguo enigma se han puesto de acuerdo para hacernos reír en estos tiempos tan pesados. Todos los que estamos pasando el encierro por culpa de este virus tenemos una fuente de entretenimiento infinito bombardeándonos desde todos los frentes. Un selecto grupo de individuos que gracias a su inmensa solidaridad tratan de hacernos reír. Una unión de humoristas que han hecho que esta cuarentena sea lo más pasajera posible.
En estas fechas se nos han presentado múltiples shows que alivian el gran pesar que hay en el ambiente. Un alivio más que necesario luego de estar más de un mes en casa. Pan y circo, las únicas dos cosas que necesita el pueblo para olvidarse de los problemas. Dejar de pensar en lo que les está pasando. Y si la función es lo suficientemente buena, olvidarse también de que les hace falta pan.
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Estas figuras no han querido que pasemos esta horrenda crisis sin una sonrisa en nuestra cara. Por eso se han esforzado al máximo para entregarnos todos los días algo de lo que reírnos y padecer un poco menos esta pandemia actual. Los verdaderos héroes son aquellos que hacen buenas acciones sin esperar nada a cambio. Los que se sacrifican para ayudar al prójimo. Los que aceptan cualquier martirio con tal de que los otros no tengan que sufrir.
No, no estoy hablando de animadores, ni de músicos, ni de periodistas. Ellos han hecho su parte, sí, pero los que han logrado entretenernos y hacernos reír ...
Y son, para mí, los que aceptan el ridículo, los que se dejan mancillar, los que permiten que se burlen de ellos para hacer feliz a los demás; también héroes. Porque no es sencillo estar siempre delante de los focos. Ser todo el tiempo el centro de atención. Eso es una tarea agotadora, que te va desgastando por dentro. Y se debe ser valiente para afrontar ese escenario día tras día.
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Es difícil imaginarse qué se debe sentir ser ultrajado. El pararse frente a un pelotón de cámaras y micrófonos solo para ser objeto de burlas. Soñar con todo el pesar y los abusos psicológicos que estos actores toleran todas las semanas debe ser considerado una pesadilla vuelta realidad. El tener que salir de personaje al llegar a casa. Verse en el espejo y saber que aquello no es real. Tener que tragarse su orgullo y aguantar todo, ha de ser un arduo trabajo.
No, no estoy hablando de animadores, ni de músicos, ni de periodistas. Ellos han hecho su parte, sí, pero los que han logrado entretenernos y hacernos reír durante todos estos días son aquellos que no han parado de salir en los noticieros y periódicos. Aquel grupo de intelectuales humorísticos que han decidido ponerse como meta el presentar un espectáculo a un público que no puede rechazarlo.
¿Y quiénes son los artistas de tan aclamada producción? Nuestra maravillosa casta política.
Estudiante panameño en España.