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Introspección del tratamiento de la basura en Panamá
Alain Morales García (opinion@epasa.com) - Publicado:
La basura ha sido, es y será un problema a resolver en todo el mundo con énfasis especial en las grandes urbes o metrópolis de cada país, donde gran cantidad de basura orgánica e inorgánica se acentúa y las vemos sobrepasar sus limites sanitarios.Esbozaremos algunas reflexiones con la intención de contribuidor objetivamente al conocimiento ciudadano.En primera instancia, comprendamos que la basura es el último estadio del ciclo de los bienes de consumo, que comienza con la extracción de la materia prima, continúa con el proceso industrial y su uso como objeto de utilidad; es así que la cantidad de basura que una persona genera se incrementa con el desarrollo de la sociedad consumista.Un problema acuciante para la gestión de las basuras es qué hacer con ellas, dónde acumularlas y cómo transportarlas desde los hogares hasta su destino final, porque la acumulación de residuos en un basurero genera lixiviados contaminantes, es decir, concentraciones de líquidos y aguas que circulan por el interior del basurero y terminan en los acuíferos y los ríos.Además de que contamina el ambiente y da mal aspecto a nuestras comunidades, produce malos olores, son verdaderos focos de infección y lugares de reproducción no solo de bacterias, hongos y otros microorganismos, sino de reproducción para cientos de roedores (actualmente Parque Lefevre y Río Abajo atraviesan dilema con ratas).Diariamente se generan más de 2 mil 600 toneladas de residuos en el país, que históricamente se depositan en rellenos a cielo abierto, rellenos a curso de agua, rellenos sanitarios y otros vertederos mixtos de tipo rural.De este total, el 76% de los desechos se produce en tres provincias: Colón, Chiriquí y Panamá, y la composición conocida en el Relleno Sanitario de Cerro Patacón es: 45% desechos orgánicos, 26% desechos metálicos, 12% plástico, 8% vidrio, 5% papel y cartón, 4% otros residuos.Lo que nos permite apreciar entre otras cosas, que Panamá por el momento no está implementado la disposición final de residuos peligrosos en rellenos de seguridad.Seguidamente una síntesis integral debe permitir a los panameños escoger solo las opciones menos perjudiciales para la salud y el ambiente y luego, o en última instancia, se piense en los costos económicos o las posibles ganancias.Recomendar solamente mejoras en las entidades o empresas encargadas de tratar la basura y alinear las políticas gubernamentales sanitarias vigentes sería una recomendación escasa, sin embargo resultaría pertinente y positiva, ya que las mismas deben fortalecer con carácter prioritario los siguiente elementos: 1.Falta de capacitación del personal municipal o privado.2.Falta de capacidad (técnica) o personal técnico.3- Centralización de los recursos financieros.4.Poca disponibilidad de crédito e inversiones en el sector de aseo.5.Sistema de cobro ineficaz.6.Lenta autorización de gastos para el mantenimiento de equipos.7.Alta morosidad en el pago de las tasas de aseo.8.Falta de planificación y control.9.Inadecuados equipos y utensilios.10.Falta de mantenimiento de los equipos y 11.Falta de un programa nacional de clasificación de residuos reciclables y reutilizables.De esta manera, mejora gran parte de la disyuntiva actual en el aspecto de los rellenos sanitarios y de los rellenos controlados, al igual que su contraparte, la recolección de los materiales sucios.La solución futura y verdaderamente confiable del problema surgirá con una real “educación de la basura”, que empiece desde nuestros hogares, pase por nuestros centros educativos, avance por nuestros lugares de trabajo y aterrice en nuestras calles, comunidades y ciudades.La aplicación de normas ambientales como reciclar, reutilizar y reducir son algo imprescindibleSociólogo e investigador.