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La verdadera dicha del hombre
Rómulo Emiliani, c.m.f. - Publicado:
Jesús, al ver a una gran muchedumbre reunida, subió a un cerro.Allí se sentó y sus discípulos se le acercaron.Comenzó a hablar y a enseñarles.En ese monte, Jesucristo pronunció las palabras que son conocidas como el sermón de la montaña y que representan un gran plan de acción para la vida.Jesucristo quiere que tú cumplas ese plan de acción, porque es el camino que El presenta para que seas feliz.En la primera enseñanza de las bienaventuranzas, dice Jesús: "Felices los que tienen espíritu de pobre, porque de ellos es el reino de los cielos".¿Quiénes son los que tienen espíritu de rico? Los orgullosos, altaneros, soberbios, autosuficientes, los que piensan que no necesitan de Dios, los que piensan que pueden hacer todo por sí mismos.A esos necios que creen que lo pueden todo por sí mismos, les preguntamos: ¿Quién te dio la vida? ¿Quién creó todo esto que existe? O es que acaso, ¿tú decidiste venir para nacer en el año y día tal; tú decidiste nacer mujer u hombre; tú te diste la vida? ¿Tú sabes cuándo vas a morir? ¿Acaso comprendes tú cómo se creó todo este mundo que te rodea? 222 ¿Eres soberbio o humilde, orgulloso o modesto, altanero y patán o eres una persona sencilla que reconoce y sabe que el único absoluto es Dios?"No seas necio", dice la Palabra.La sabiduría de Dios nos dice que sin El nada somos; que no sabemos ni el día ni la hora en que vamos a morir, porque solamente El lo sabe y nos sostiene con su mano.El es quien permite que respiremos, caminemos, comamos, durmamos, pensemos y amemos.Por eso dice Jesús que felices los que tienen espíritu de pobre.La frase "espíritu de pobre" identifica a los que piensan que sin Dios nada son ni nada pueden.Creen que sin Dios no pueden ni respirar y que gracias a El están aquí.Los que tienen espíritu de pobre dan gracias a Dios por estar vivos y por haber visto hoy la luz del mundo, levantarse, ver, caminar, descansar, convivir con la gente y amar.Espíritu de pobre implica saber que todo depende de Dios y se conoce como humildad.Jesús quiere que seamos humildes.El reino de los cielos es de los que tienen espíritu de pobre, dice la Palabra.Entonces yo te pregunto: ¿Eres soberbio o humilde, orgulloso o modesto, altanero y patán o eres una persona sencilla que reconoce y sabe que el único absoluto es Dios? ¿Cómo eres tú? Si eres orgulloso, soberbio o altanero, la Palabra dice que Dios rechazará todo eso con el poder de su brazo.El orgullo es estupidez humana, porque ¿quién puede ser como Dios, creador del universo entero? ¿Acaso tú, algún otro ser humano, un país o imperio? Los imperios son destruidos, se acaban y sólo permanece Dios.¿Dónde quedó el imperio romano o el egipcio? ¿Dónde están los reinos de la edad media? Fueron destruidos por la soberbia y el orgullo.Felices los que son humildes.Y tú, ¿eres humilde o soberbio? Piénsalo bien y decídete a cumplir el plan de acción que presenta Jesús en las bienaventuranzas (Mt 5, 3-12).Sólo así alcanzarás la felicidad y te realizarás a plenitud como ser humano.Solamente con la ayuda de Dios podrás lograr alcanzar los niveles plenos de la convivencia con tus hermanos y de la verdadera dicha y amor, de los que el Señor es la única fuente.Recuerda que con Dios, quien es amor, serás...¡INVENCIBLE!