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Nelson Mandela
Víctor Corcoba Herrero - Publicado:
Para mi lo fundamental no es que Mandela entregara la copa al equipo campeón del Mundial de Fútbol, sino que celebremos hoy dieciocho de julio, fecha que hace justicia a su trayectoria, para que el mundo aprenda de sus acciones.El valor y la valía de este ser humano, aparte de conocerse, hay que engrandecer la hazaña.Luchó, este activista de la paz, contra sus opresores durante años y luego los perdonó, sabedor de que no hay paz sin rectitud, ni rectitud sin clemencia.Los logros de Nelson Mandela –como dice Ban Ki-moon, Secretario General de la ONU- tuvieron un precio enorme para él y para su familia.Su sacrificio sirvió no sólo a la gente de su propio país, Sudáfrica, sino que hizo del mundo un espacio mejor para todas las personas.Hoy, cuando medio mundo come sin necesidad y otro medio mundo no come porque nada tiene, la lección de Nelson Mandela sobre las dos maneras de salir de la pobreza, siguen teniendo plena vigencia.La primera es mediante la educación formal y la segunda cuando el trabajador adquiere mayores conocimientos en su trabajo y, por ende, un salario más alto.Los gobiernos tienen que fomentar la educación, desde luego que sí, pero también ampliar los planes de nutrición.Por consiguiente, la lucha iniciada por este guerrero de corazón grande en favor de la libertad y protección de los derechos humanos, sigue siendo una causa urgente a reivindicar.Efectivamente, toda su vida, Nelson Mandela la he dedicado a luchar por el pueblo africano.Lo hizo contra la dominación blanca y contra la dominación negra.No se casó con nadie, nada más que con la verdad.Porque los dominadores siempre cortan las alas y el deseo de volar.Atesoró en su corazón el ideal de una sociedad democrática y libre, en la que todas las personas vivan juntas en armonía y con igualdad de oportunidades.Y dijo más: “Es un ideal por el que espero vivir y que espero alcanzar.Pero si es necesario, es un ideal por el que estoy dispuesto a morir”.Sabe el animoso luchador de los derechos humanos, que el diálogo debe ser la fuerza de los demócratas y que también ha de ser el credo de todos los ciudadanos y de todas las revoluciones.A mi juicio, la mayor empresa de Nelson Mandela es haber sido un gran constructor de la paz.Más allá de la ausencia de conflictos, demandó la creación de lugares donde todos podamos prosperar, independientemente de raza, color, credo, religión, sexo, clase, casta o cualquier otra característica social que nos distinga.Para él, la religión, las características étnicas, el idioma y las prácticas sociales y culturales son elementos que enriquecen la civilización humana, que se suman a la riqueza de nuestra diversidad.corcoba@telefonica.net