Panamá sin analfabetismo ¿Será posible?

MIENTRAS algunos afirman que este país no lo compone nadie, la gente del Patronato del Servicio Social Nacional (PSSN) tiene entre ceja y ceja alfabetizar a los 170 mil analfabetas absolutos de Panamá el próximo año, y que esto se realizará sobre la base del aporte tesonero de 30 mil voluntarios.

Este sueño ya tiene un nombre, ellos le llaman "Panamá libre de Analfabetas en el 2007".

Si recuerdan, en mi columna de la semana pasada en este diario afirmaba que en Panamá es impostergable a corto plazo realizar una Campaña Nacional de Alfabetización que busque superar el analfabetismo todavía presente, pues no existe justificación alguna para no poner punto final a este problema, pues aunque comparativamente Panamá está entre los países de bajo analfabetismo, en cifras absolutas en áreas rurales e indígenas el número de iletradosas es importante" ¿Si no somos capaces de enseñar a leer y escribir a esa ciudadanía empobrecida ¿Cómo podemos probar nuestra capacidad de impulsar macroproyectos como los que están en el tapete? Por ello para mí, ampliación se escribe con A de alfabetizar.

Ahora bien, para este Patronato, que dirige Álvaro Cantón y que cuenta entre sus integrantes al dinámico padre Néstor Jaén s.

j, el ejército de voluntarios que será necesario para esta odisea estará formado por personas de la comunidad, de iglesias, de grupos y asociaciones afines a la educación, funcionarios de instituciones interesados en alfabetizar, estudiantes, jubilados, educadores, gremios, clubes cívicos y sociales, etc.

La metodología que se utilizará permitirá a los voluntarios, en especial a los jóvenes egresados de los colegios secundarios y de las universidades que transitan las vías del desempleo, compenetrarse y convivir con las poblaciones de las comunidades marginadas.

Será vivir un servicio social con responsabilidad ciudadana.

¿Qué no es posible? ¡Qué va! Además de saber que muchos países con más analfabetismo y menos recursos humanos y materiales lo han hecho o lo están haciendo, es bueno recordar las muchas y buenas experiencias de voluntariado que tiene nuestro país.

Por ejemplo, una de las experiencias más importantes de mi vida fue el participar de muy joven en el Servicio Nacional de Voluntarios SNV, tanto en programas estudiantiles de verano, fines de semana e incluso tiempo completo.

Esta propuesta dirigida por Clarita Navarro y luego por Generoso Nicolás, me permitió afirmar conciencia y opciones de vida, forjarme en el tema del desarrollo comunitario, la participación ciudadana e incluso el teatro, pues fue a través del SNV donde coordiné una propuesta creadora social llamada teatro voluntario de cambio social, factor clave para mi acercamiento posterior a este género literario.

Debido a circunstancias adversas, este servicio desapareció dejando un profundo vacío en la formación democrática y social de la juventud panameña.

La propuesta del PSSN tiene como objetivos movilizar a todos los estamentos de la sociedad panameña para que participen en la gran campaña.

Crear sensibilidad y conciencia solidaria con las comunidades y sus poblaciones en pobreza y pobreza extrema.

Como el analfabetismo es mayor entre las poblaciones indígenas es bueno tener presente el derecho de los pueblos indígenas de Panamá reconocido en la ley, de un sistema educativo congruente con sus culturas, pues esa educación reconoce el derecho de estos pueblos de preservar, desarrollar y respetar su identidad y patrimonio cultural, por lo que la campaña de alfabetización por venir debe desarrollarse conforme a las características, objetivos y metodología de la educación bilingüe intercultural.

Para lograr esa noble meta de alfabetizar es necesario unir fuerzas.

La Ley No.

46 (De 9 de agosto de 2004) que crea el Patronato del Servicio Social Nacional, establece en su artículo 18, que "a partir del año escolar 2004 y hasta el 2009 inclusive, el Patronato deberá tomar las medidas pertinentes para establecer como su principal prioridad la ejecución de un Programa Nacional de Alfabetización junto con el Ministerio de Educación, que reduzca el índice de analfabetismo en nuestro país, especialmente en las áreas indígenas".

Esto es bueno pero no suficiente, pues es necesario incorporar a la campaña otros sectores, personas y agrupaciones.

Contagiar a los medios de comunicación, y acentuar la visibilización y participación ciudadana.

Es importante crear incentivos para los voluntarios, tanto del MEDUCA, como en las diversas entidades, y el PSSN propone que la empresa privada valorice el trabajo de los jóvenes que han participado de la jornada de alfabetización, en su política de empleo.

También plantean tomar en cuenta a los privados de libertad como apoyo al proyecto, y que esa acción se tome en cuenta para la conmutación de penas (Ley 28) es decir, que el tiempo que utilicen alfabetizando se les rebaje de su pena.

Está más claro que el agua.

El analfabetismo es parte de nuestra deuda social.

Ya es hora de pagarla.

(raulleisr@hotmail.

com)