Panamá
Reglas para el crítico (II)
La critica debe ser, siempre lógica y coherente. Ausentar la critica de la lógica y de la coherencia propias que le son consustanciales, debilita el argumento.
- Silvio Guerra Morales
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- - Actualizado: 20/1/2023 - 12:00 am
6. De todo aquello que digas o presentes, en los contenidos de tu crítica, procura siempre disponer o tener la prueba de lo que afirmas o niegas. La prueba realza tu crítica y le da fuerza y poder.
Una prueba habla por cuenta propia, grita altisonante, presenta la verdad eventual (pues no olvides que podrían existir las contrapruebas que desmoronan las tuyas). De no disponer de la pruebas, se corre el riesgo de que seas tildado de "chismoso" o que te rotulen de "bochinchoso". Pero, del mismo modo, la prueba categoriza al hablante, pues, en el transcurso del tiempo, la opinión pública reconocerá que no eres de aquellos que, simplemente, lanzan críticas o dicen cosas sin respaldo o por el prurito "hablar" (bla,bla,bla). Tal vez, dirán algunos, y qué sucede con el denominando hecho notorio?. Mi consejo: No te confíes del hecho notorio, no siempre es tan notorio o evidente. Caso de la mujer que la comunidad cataloga de ramera, porque todas las noches la ven salir a cierta hora y regresar a horas de la madrugada, y lo que ignora o desconoce la comunidad es que la dama trabaja en un asilo de ancianos en turnos nocturnos. Así suele suceder, pues lo que es notorio para muchos no es mas que el reflejo de una reacción social que, no pocas veces, se fundamenta en la falsedad de lo que se dice.
En otros casos, sin duda alguna, lo notorio es tan evidente que los juicios de la razón mandatan a sostenerlo como verdad irrefutable, por eso, en el Derecho, estos hechos, se afirma, no requieren demostración o comprobación alguna.
Pero, cuándo algo realmente adquiere el carácter de "notorio"?. Respuesta: Cuando los ojos y los oídos, la propia percepción de muchos y la tuya que se suma, de modo directo, sin intermediarios, lo ha podido constatar y verificar. Se suma todo una haz de voluntades, de conocimiento y convencimiento, que hacen irrefutable lo que se ha visto o se ah escuchado. En el fondo, la evidencia de la notoriedad adviene como consecuencia de ese dominio público de lo que sucede o acontece por propia percepción colectiva. No debe confundirse con el estribillo social de que "todo el mundo lo dice", pues éste se queda ahogado en el chisme o bochinche.
7. La critica debe ser, siempre lógica y coherente. Ausentar la critica de la lógica y de la coherencia propias que le son consustanciales, debilita el argumento. Se quiebra con mucha facilidad. En cambio, cuando lo que se dice o sostiene lleva una relación lógica interna y externa, es decir, en la forma y en el fondo, que se divorcia de las propias contradicciones, es algo que otorga elegancia al discurso y acarrea para el hablante autoridad y respeto, personalidad. Una crítica bien hilvanada, razonada, con las palabras apropiadas, los verbos en sus tiempos, el sujeto bien determinado o calificado, ausenta la incertidumbre y el desasosiego. Con frecuencia vamos a encontrarnos con personas que al presentar sus críticas dejan un síndrome de mucha incertidumbre en el oyente o en el lector
Esto hace que el mensaje se diluya, se distorsione y se preste a entendidos no queridos por el propio hablante. El uso de la lógica permite que se le confiera a la critica consistencia, unidad, concatenación, y el recipiendario del mismo lo acepta con mayor lucidez y capacidad, por lo que ésta dispuesto a no negar el reconocimiento y el aplauso al discursante.
Por ello, es importante señalar que un buen hablante o crítico se preocupa, en primer lugar, por dominar las leyes de su idioma, la gramática, la ortografía, la dicción, conocer sobre semiótica y semántica, morfología de las palabras, sinónimos y antónimos, controla con el buen uso de estas reglas sus propias emociones y pasiones, de todo aquello que sustenta o formula en su discurso.
8. Conocer y saber quién o quiénes constituyen tu auditorium. Ello significa que el critico habrá de tener presente a quién o a quiénes se dirige. A veces es bueno considerar que no solo tendrás a oyentes que piensan igual que lo haces tú, sino que tiene opiniones o sentimientos divergentes, contrarios u opuestos. Pues habrás de considerar cómo hablarles o cómo habrás de llegarles a sus
inteligencias, por lo que el hablante debe considerar que sus críticas u opiniones lleguen al mayor número posible, pues al final se trata de esto: Cuántas voluntades se suman a respaldar lo que transmites o piensas y no cuánta antipatía ganas en el curso de tu existencia. No se habla, obviamente, para simpatías, sino para sumar conciencias.
9. Recuerda, por otra parte, tener presente que no solamente debes hablar a la razón y a la lógica, a las inteligencias de los demás. Debes también introducir los elementos de aquello que llegue al corazón, del alma y del espíritu de los demás. Ello si no soslayas que todo ser humano es cuerpo y alma, espíritu y materia, sujeto de pasiones, de emociones, de sentimientos, en fin. ¡Dios bendiga a la Patria!.
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