Trinidad y la nueva cuenca
- - Publicado: 12/9/2002 - 11:00 pm
Tuve el privilegio de laborar durante 31 años en el Canal de Panamá, ocupando progresivamente cargos de mayor responsabilidad hasta alcanzar la posición de Ingeniero Jefe y Director de Ingeniería en 1997. Como Ingeniero Jefe tuve bajo mi mando: Ingeniería, Mantenimiento, Astillero Industrial, Generación y Distribución Eléctrica, Dragado del Cauce, Producción de Agua Potable y Manejo del Recurso Hídrico del Canal. Hace más de 20 años me tocó dirigir los estudios para aumentar la disponibilidad del Recurso Hídrico del Canal. Es un tema que conozco en detalle.
El problema: Hoy día, más del 40% del agua de lluvia que cae en la Cuenca Existente (del Chagres) en un año promedio, se vierte al mar por falta de capacidad de almacenamiento en los lagos Gatún y Alhajuela. En un año lluvioso se vierte al mar más del 60% del agua de lluvia que cae en la Cuenca Existente.
La solución: Un embalse nuevo con bombeo (Lago Trinidad) dentro de la Cuenca Existente tiene la capacidad de almacenar esta enorme cantidad de agua que actualmente se está vertiendo al mar. La ACP sostiene que el Lago Trinidad no almacenará suficiente agua en un año de sequía. Lo que la ACP no informa es que la razón fundamental para construir un lago es para almacenar agua en años lluviosos de modo que haya agua disponible en años secos. La verdad es que Trinidad puede proveer la misma cantidad de agua que contemplan proveer con la nueva Cuenca Occidental. Mas aun, Trinidad lo logra por la mitad del costo, debido a que conlleva mucho menos trabajo de movimiento de tierra y de construcción de carreteras. Además, conlleva muchísimos menos problemas ambientales y sociales que los embalses propuestos para la cuenca occidental.
Lo absurdo: Los argumentos esbozados a continuación ilustran las principales debilidades del proceso que llevó a la ACP a recomendar construir los nuevos embalses en la Cuenca Occidental. Todos los argumentos están basados en información pública, por lo que la ACP no puede alegar desconocimiento de los mismos.
* Al desarrollar lagos, cuyo costo supera los mil millones de balboas (Nueva Cuenca Occidental), se debería tener información detallada sobre el régimen lluvioso del área. El Faro (periódico informativo de la ACP) en su edición del 3 de mayo de 2002 presenta un articulo que proclama: "Instalan red de estaciones pluviométricas en la Cuenca Occidental... la instalación de las primeras cinco estaciones pluviométricas en la Cuenca Occidental... la Región Occidental de la Cuenca nunca ha sido monitoreada...". ¿Cómo pudo la ACP presentarle a la Asamblea Nacional la tristemente célebre Ley 44 creando la Cuenca Occidental sin siquiera saber con certeza cuánta precipitación pluvial cae dentro de dicha Cuenca? El Lago Trinidad goza del historial de datos de la Cuenca Existente, comprobado por más de 20 estaciones meteorológicas que cuentan con más de 85 años de información pluvial. El Lago Trinidad excede con creces a la nueva Cuenca Occidental en la confiabilidad y calidad de información pluviométrica disponible. El riesgo de no contar con suficiente agua en la Nueva Cuenca Occidental es preocupante, dada la escasez de información pluvial. El lector puede contrastar esa situación con la certeza del historial pluvial en el Lago Trinidad, que nos garantiza suficiente agua para un tercer juego de esclusas, apropiadamente diseñadas para ahorrar agua.
La reacción de la ACP: La ACP no ha podido refutar los criterios hídricos que ilustré en El Panamá América del 12 de julio de 2001 titulado "La Nueva Cuenca Occidental no es necesaria" y tampoco podrá refutar los presentados en este escrito. Por esa razón, la ACP ahora pretende descartar la superioridad del Lago Trinidad con la aseveración que Trinidad no se puede construir debido a la debilidad de la lama (Lama del Atlántico) que se encuentra en el sitio de la presa. Este es un sofisma, resultado de un inapropiado manejo de conocimientos geotécnicos de parte de quienes la sostienen.
Aclaraciones respecto al nuevo sofisma: Soluciones viables a las fundaciones de la represa Trinidad han estado documentadas por décadas en los informes técnicos que reposan en los archivos de la ACP. Cualquiera con el interés de examinarlo, ha podido y puede hacerlo. La firma estadounidense "Tudor Engineering" estudió en detalle (1962-1963) la represa Trinidad y sus fundaciones. Como estudios hídricos en 1961 ya habían concluido que Trinidad era la mejor opción para proveer más almacenamiento de agua dulce para uso del Canal. Sólo se tenía que confirmar la factibilidad de sus fundaciones. Los estudios de suelos de Tudor llegaron al punto que se construyó un relleno de prueba sobre la lama (Lama del Atlántico) para comprobar la factibilidad técnica de levantar la represa de Trinidad en forma económica bajo estas condiciones geológicas. El relleno de prueba se construyó entre la tierra firme y la Isla Guacha en el Lago Gatún. Se levantó el relleno de roca triturada hasta un nivel de 11 metros por encima de la lama (Lama del Atlántico). Se concluyó que la resistencia de la lama era suficiente para permitir el levantamiento de la represa propuesta a un costo razonable, sin desplazamientos serios en la lama. Por supuesto que esto involucra asentamientos normales, pero este es un problema reconocido y solventado por los expertos en la materia de hace más de 40 años. Esto no fue un análisis en papel. Esta fue una prueba física en el sitio donde iría la represa de Trinidad. (La construcción de la represa no se llevó a cabo probablemente por los sucesos del 9 de enero de 1964 y los acuerdos subsiguientes para estudiar un canal al nivel del mar).
Los avances en mecánica de suelos y fundaciones en los últimos 40 años han sido formidables. Lo que era económico y factible en 1962, será hasta más económico y factible en 2002. Cabe señalar que en Japón se levantó recientemente una represa con condiciones de carga un poco más severas que las de Trinidad, sobre una lama subacuática inferior en resistencia a la lama conocida como Lama del Atlántico en Panamá. Todo esto se hizo sin problemas y a un costo razonable. Hay otros casos similares reportados en la literatura técnica.
Me inclino a pensar que los encargados de la ACP no han leído los estudios de Tudor Engineering (1962-1963) y tampoco han tenido la oportunidad de mantenerse al día con los recientes avances sobre construcción de represas y rellenos en Japón y otros lugares, sobre materiales más suaves que la "Lama del Atlántico" de Panamá. Prefiero pensar que esa es la razón por la cual la ACP escogió los lagos de la Cuenca Occidental en vez del Lago Trinidad en la Cuenca Existente. No quiero pensar que esa preferencia por la Cuenca Occidental es debido a un deseo de evitar una penosa explicación ante dos presidentes y una Asamblea Legislativa después de haberles asegurado que la Cuenca Occidental y la Ley 44 eran esenciales.
Si no se construye un tercer juego de esclusas, tampoco será necesario construir lagos adicionales. Los estudios técnicos y discusiones sobre este tema (a lo cual ahora se suma este escrito) han dejado muy claro que si se tiene que construir un lago, el Lago Trinidad es abrumadoramente superior a los lagos de la Cuenca Occidental usando criterios técnicos, económicos, sociales, ambientales, y morales. Trinidad cuesta la mitad, regula la misma cantidad de agua e inunda 4,000 hectáreas en vez de 40,000 hectáreas. Si se elimina la Cuenca Occidental y se utiliza el Lago Trinidad se pudiera ahorrar al menos 500 millones de balboas. En un reciente Foro en la Fundación Omar, funcionarios de la ACP aceptaron que el Lago Trinidad tiene muchas bondades, pero alegan que lastimosamente no se puede construir debido a las pobres condiciones geológicas de la "Lama del Atlántico". Tal aseveración carece de fundamento.
Tanzania Investments y su propietario, Franklin Toppe, invirtieron $ 425,000 con la AFG entre Enero del 2001 y Marzo del 2002, al ser urgidos por Chism, vecino de Toppe en Aventura. Como Presidente de la AFG, Chism prometió colocar a Toppe en "la mejor inversión de la ciudad". En Junio y Julio, cuando Toppe solicitó que se le devolviera su dinero, no obtuvo nada.
"Esta es una gran parte de los ahorros de toda su vida", dijo el abogado de Toppe, Vincent Schindeler. "Todavía él no puede creer que su vecino haya intentado cometer un fraude con él".
Otros inversionistas apoyan la aseveración de DeMaria, en el sentido de que Siegel no actuó solo. Norbert Domansky, un consultor financiero de Munich, y Guenter Beiler, un banquero de Munich, dijeron en entrevistas realizadas, que ellos habían negociado con Chism y con Siegel.
Domansky representa a cerca de 100 alemanes que invirtieron alrededor de $ 6 millones en el programa. Beiler representa a 30, que colocaron $ 1.75 millones. Cada uno de ellos invirtió varios cientos de miles de dólares de su propio dinero.
Mientras que el programa de préstamo de acciones de participación restringida era un nuevo concepto de inversión, los principios básicos tenían sentido para Domansky y Beiler. "Nosotros sabíamos que eran compañías pequeñas", expresó Domansky.
Las ofertas aseguraban que el colateral valía de cuatro a cinco veces el valor del préstamo , y prometían a los inversionistas retornos del 18 al 20 por ciento, según se alega en los archivos de la corte. American Financial defendería su posición, vendiendo valores de corto plazo en las compañías prestatarias, según la queja de la SEC. Los vendedores de estos valores hacen dinero cuando los precios de las acciones caen. Inicialmente, los clientes siempre obtenían dinero cuando lo deseaban.
"Uno de mis clientes invirtió $ 120,000, y después de medio año, mostró una ganancia de $ 25,000", manifestó Domnasky. " Él quería su dinero y obtuvo su dinero".
Sin embargo, la última solicitud de dinero fue en Mayo. Siegel le dijo que habían algunos retrasos en las transferencias del corredor y que él estaba trabajando en eso, dijo Domansky.
"Es realmente un desastre", dijo. "Yo conozco muy bien a todos mis clientes y ellos confiaron en mí". "Es difícil de creer", manifestó Beiler. "Esperamos poder recobrar el dinero de nuestros inversionistas".
El problema: Hoy día, más del 40% del agua de lluvia que cae en la Cuenca Existente (del Chagres) en un año promedio, se vierte al mar por falta de capacidad de almacenamiento en los lagos Gatún y Alhajuela. En un año lluvioso se vierte al mar más del 60% del agua de lluvia que cae en la Cuenca Existente.
La solución: Un embalse nuevo con bombeo (Lago Trinidad) dentro de la Cuenca Existente tiene la capacidad de almacenar esta enorme cantidad de agua que actualmente se está vertiendo al mar. La ACP sostiene que el Lago Trinidad no almacenará suficiente agua en un año de sequía. Lo que la ACP no informa es que la razón fundamental para construir un lago es para almacenar agua en años lluviosos de modo que haya agua disponible en años secos. La verdad es que Trinidad puede proveer la misma cantidad de agua que contemplan proveer con la nueva Cuenca Occidental. Mas aun, Trinidad lo logra por la mitad del costo, debido a que conlleva mucho menos trabajo de movimiento de tierra y de construcción de carreteras. Además, conlleva muchísimos menos problemas ambientales y sociales que los embalses propuestos para la cuenca occidental.
Lo absurdo: Los argumentos esbozados a continuación ilustran las principales debilidades del proceso que llevó a la ACP a recomendar construir los nuevos embalses en la Cuenca Occidental. Todos los argumentos están basados en información pública, por lo que la ACP no puede alegar desconocimiento de los mismos.
* Al desarrollar lagos, cuyo costo supera los mil millones de balboas (Nueva Cuenca Occidental), se debería tener información detallada sobre el régimen lluvioso del área. El Faro (periódico informativo de la ACP) en su edición del 3 de mayo de 2002 presenta un articulo que proclama: "Instalan red de estaciones pluviométricas en la Cuenca Occidental... la instalación de las primeras cinco estaciones pluviométricas en la Cuenca Occidental... la Región Occidental de la Cuenca nunca ha sido monitoreada...". ¿Cómo pudo la ACP presentarle a la Asamblea Nacional la tristemente célebre Ley 44 creando la Cuenca Occidental sin siquiera saber con certeza cuánta precipitación pluvial cae dentro de dicha Cuenca? El Lago Trinidad goza del historial de datos de la Cuenca Existente, comprobado por más de 20 estaciones meteorológicas que cuentan con más de 85 años de información pluvial. El Lago Trinidad excede con creces a la nueva Cuenca Occidental en la confiabilidad y calidad de información pluviométrica disponible. El riesgo de no contar con suficiente agua en la Nueva Cuenca Occidental es preocupante, dada la escasez de información pluvial. El lector puede contrastar esa situación con la certeza del historial pluvial en el Lago Trinidad, que nos garantiza suficiente agua para un tercer juego de esclusas, apropiadamente diseñadas para ahorrar agua.
La reacción de la ACP: La ACP no ha podido refutar los criterios hídricos que ilustré en El Panamá América del 12 de julio de 2001 titulado "La Nueva Cuenca Occidental no es necesaria" y tampoco podrá refutar los presentados en este escrito. Por esa razón, la ACP ahora pretende descartar la superioridad del Lago Trinidad con la aseveración que Trinidad no se puede construir debido a la debilidad de la lama (Lama del Atlántico) que se encuentra en el sitio de la presa. Este es un sofisma, resultado de un inapropiado manejo de conocimientos geotécnicos de parte de quienes la sostienen.
Aclaraciones respecto al nuevo sofisma: Soluciones viables a las fundaciones de la represa Trinidad han estado documentadas por décadas en los informes técnicos que reposan en los archivos de la ACP. Cualquiera con el interés de examinarlo, ha podido y puede hacerlo. La firma estadounidense "Tudor Engineering" estudió en detalle (1962-1963) la represa Trinidad y sus fundaciones. Como estudios hídricos en 1961 ya habían concluido que Trinidad era la mejor opción para proveer más almacenamiento de agua dulce para uso del Canal. Sólo se tenía que confirmar la factibilidad de sus fundaciones. Los estudios de suelos de Tudor llegaron al punto que se construyó un relleno de prueba sobre la lama (Lama del Atlántico) para comprobar la factibilidad técnica de levantar la represa de Trinidad en forma económica bajo estas condiciones geológicas. El relleno de prueba se construyó entre la tierra firme y la Isla Guacha en el Lago Gatún. Se levantó el relleno de roca triturada hasta un nivel de 11 metros por encima de la lama (Lama del Atlántico). Se concluyó que la resistencia de la lama era suficiente para permitir el levantamiento de la represa propuesta a un costo razonable, sin desplazamientos serios en la lama. Por supuesto que esto involucra asentamientos normales, pero este es un problema reconocido y solventado por los expertos en la materia de hace más de 40 años. Esto no fue un análisis en papel. Esta fue una prueba física en el sitio donde iría la represa de Trinidad. (La construcción de la represa no se llevó a cabo probablemente por los sucesos del 9 de enero de 1964 y los acuerdos subsiguientes para estudiar un canal al nivel del mar).
Los avances en mecánica de suelos y fundaciones en los últimos 40 años han sido formidables. Lo que era económico y factible en 1962, será hasta más económico y factible en 2002. Cabe señalar que en Japón se levantó recientemente una represa con condiciones de carga un poco más severas que las de Trinidad, sobre una lama subacuática inferior en resistencia a la lama conocida como Lama del Atlántico en Panamá. Todo esto se hizo sin problemas y a un costo razonable. Hay otros casos similares reportados en la literatura técnica.
Me inclino a pensar que los encargados de la ACP no han leído los estudios de Tudor Engineering (1962-1963) y tampoco han tenido la oportunidad de mantenerse al día con los recientes avances sobre construcción de represas y rellenos en Japón y otros lugares, sobre materiales más suaves que la "Lama del Atlántico" de Panamá. Prefiero pensar que esa es la razón por la cual la ACP escogió los lagos de la Cuenca Occidental en vez del Lago Trinidad en la Cuenca Existente. No quiero pensar que esa preferencia por la Cuenca Occidental es debido a un deseo de evitar una penosa explicación ante dos presidentes y una Asamblea Legislativa después de haberles asegurado que la Cuenca Occidental y la Ley 44 eran esenciales.
Si no se construye un tercer juego de esclusas, tampoco será necesario construir lagos adicionales. Los estudios técnicos y discusiones sobre este tema (a lo cual ahora se suma este escrito) han dejado muy claro que si se tiene que construir un lago, el Lago Trinidad es abrumadoramente superior a los lagos de la Cuenca Occidental usando criterios técnicos, económicos, sociales, ambientales, y morales. Trinidad cuesta la mitad, regula la misma cantidad de agua e inunda 4,000 hectáreas en vez de 40,000 hectáreas. Si se elimina la Cuenca Occidental y se utiliza el Lago Trinidad se pudiera ahorrar al menos 500 millones de balboas. En un reciente Foro en la Fundación Omar, funcionarios de la ACP aceptaron que el Lago Trinidad tiene muchas bondades, pero alegan que lastimosamente no se puede construir debido a las pobres condiciones geológicas de la "Lama del Atlántico". Tal aseveración carece de fundamento.
Tanzania Investments y su propietario, Franklin Toppe, invirtieron $ 425,000 con la AFG entre Enero del 2001 y Marzo del 2002, al ser urgidos por Chism, vecino de Toppe en Aventura. Como Presidente de la AFG, Chism prometió colocar a Toppe en "la mejor inversión de la ciudad". En Junio y Julio, cuando Toppe solicitó que se le devolviera su dinero, no obtuvo nada.
"Esta es una gran parte de los ahorros de toda su vida", dijo el abogado de Toppe, Vincent Schindeler. "Todavía él no puede creer que su vecino haya intentado cometer un fraude con él".
Otros inversionistas apoyan la aseveración de DeMaria, en el sentido de que Siegel no actuó solo. Norbert Domansky, un consultor financiero de Munich, y Guenter Beiler, un banquero de Munich, dijeron en entrevistas realizadas, que ellos habían negociado con Chism y con Siegel.
Domansky representa a cerca de 100 alemanes que invirtieron alrededor de $ 6 millones en el programa. Beiler representa a 30, que colocaron $ 1.75 millones. Cada uno de ellos invirtió varios cientos de miles de dólares de su propio dinero.
Mientras que el programa de préstamo de acciones de participación restringida era un nuevo concepto de inversión, los principios básicos tenían sentido para Domansky y Beiler. "Nosotros sabíamos que eran compañías pequeñas", expresó Domansky.
Las ofertas aseguraban que el colateral valía de cuatro a cinco veces el valor del préstamo , y prometían a los inversionistas retornos del 18 al 20 por ciento, según se alega en los archivos de la corte. American Financial defendería su posición, vendiendo valores de corto plazo en las compañías prestatarias, según la queja de la SEC. Los vendedores de estos valores hacen dinero cuando los precios de las acciones caen. Inicialmente, los clientes siempre obtenían dinero cuando lo deseaban.
"Uno de mis clientes invirtió $ 120,000, y después de medio año, mostró una ganancia de $ 25,000", manifestó Domnasky. " Él quería su dinero y obtuvo su dinero".
Sin embargo, la última solicitud de dinero fue en Mayo. Siegel le dijo que habían algunos retrasos en las transferencias del corredor y que él estaba trabajando en eso, dijo Domansky.
"Es realmente un desastre", dijo. "Yo conozco muy bien a todos mis clientes y ellos confiaron en mí". "Es difícil de creer", manifestó Beiler. "Esperamos poder recobrar el dinero de nuestros inversionistas".
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