Después de medio siglo sin agua Cerro Pelado empieza a ver la esperanza de un cambio

Tras más de 50 años sin contar con el servicio de agua potable en sus hogares, las familias de la comunidad de Cerro Pelado, en el distrito de Pesé, comienzan a ver mejores días. 

Esto gracias a las gestiones que buscan dotarlos, por primera vez, de un sistema de abastecimiento de agua, que les permita desarrollar su vida de manera normal. 

Se trata de unas nueve familias que residen en esta pequeña comunidad rural, fundada hace aproximadamente cinco décadas, y que hasta ahora no ha contado con acueducto rural ni sistema de agua potable. 

Para sobrevivir, los residentes deben cargar diariamente el agua desde una quebrada cercana, utilizando tanques, carretillas y baldes, o bien hacer su aseo personal en el mismo lugar. 

“Allí nos bañamos, lavamos la ropa, y hasta llevamos a los niños a asearse. Desde que tengo uso de razón, nunca he tenido un grifo en mi casa”, relata Jorge Luis Valdés, de 39 años, nacido y criado en Cerro Pelado, quien asegura que las familias han vivido siempre en condiciones precarias.

En la comunidad residen alrededor de 18 niños, quienes junto a sus padres enfrentan a diario la falta de un servicio básico esencial, sin embargo, los moradores mantienen la esperanza de que la situación cambie pronto.

Al lugar se trasladaron representantes del Municipio de Pesé y del Consejo Nacional para el Desarrollo Sostenible (Conades), quienes evaluaron la situación y confirmaron que ya se están realizando las primeras acciones para dar una solución definitiva.

La directora regional de Conades, Edwina Marquínez, explicó que, tras la evaluación, se determinó que el caso de Cerro Pelado constituye una necesidad urgente, por lo que se ha iniciado el proceso de construcción de un tanque de reserva de agua que permitirá mejorar la calidad de vida de los residentes.